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Collboni se perfila como el candidato oficialista del PSC por Barcelona

El portavoz del partido socialista tiene un amplio apoyo en las agrupaciones

Jaume Collboni.
Jaume Collboni.JOAN SÁNCHEZ

Jaume Collboni, portavoz del PSC y diputado en el Parlament, se perfila como el candidato mejor situado en las elecciones primarias que celebrará el partido en la próxima primavera para elegir a su candidato a la alcaldía de Barcelona. La federación local ha repetido hasta la saciedad que mantendrá una estricta neutralidad en el proceso previo, pero también ha anunciado que cuando se clarifiquen los candidatos se decantará por uno de ellos y, llegado ese momento, Collboni aparece como el mejor situado para convertirse en el aspirante oficialista.

Las primarias de Barcelona son una incógnita para el PSC, pues será la primera vez que un candidato se elige por la militancia, los simpatizantes y los ciudadanos comprometidos con unos valores de izquierda. A falta del reglamento que regule ese proceso en Barcelona, las primarias a la francesa se celebrarán a doble vuelta y pasarán los dos candidatos más votados si se presentan un mínimo de tres y ninguno de ellos logra más el 50% en la primera vuelta.

Hasta ahora solo Jordi Martí, presidente del grupo municipal en el Ayuntamiento, ha anunciado que se presentará, aunque se da por hecho que además de Collboni también aspirarán la diputada Rocío Martínez-Sampere, la exdiputada Laia Bonet, el diputado en el Congreso Albert Soler y la concejal del PSC en Barcelona Carmen de Andrés. Carles Martí, primer secretario local y senador, también podría concurrir a las primarias aunque el apoyo que Collboni ha ido tejiendo con las agrupaciones le podrían llevar a reconsiderarlo.

Al margen de Martí, Collboni parece ser el candidato que suscita más apoyo en la militancia. Sus ocho años en la ejecutiva de la UGT, las dos legislaturas en el Parlament y la proyección como portavoz del PSC también juegan a su favor. De esta manera, el apoyo de militantes y simpatizantes será decisivo en el resultado de las primarias, pues nada hace prever una participación de decenas de miles de ciudadanos que se decanten por otro candidato.

El PSC de Barcelona descarta del todo el apoyo a Jordi Martí y Laia Bonet

La batalla por Barcelona en el interior del PSC dejará heridas entre los candidatos y hará aflorar los desacuerdos que desde hace meses mantienen la federación y el grupo municipal. Es una de las consecuencias que generan las primarias en la vida interna de los partidos que las practican, como ocurrió en las presidenciales francesas.

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En el caso de Barcelona, el aparato socialista local admite que, llegado el momento, descarta por completo apoyar a Jordi Martí o a Laia Bonet. Albert Soler, por el contrario, genera simpatías, igual que la concejal Carmen de Andrés, pero menos que Rocío Martínez-Sampere.

Fue el propio Carles Martí quien ungió a Jordi Martí jefe de la oposición en sustitución de Jordi Hereu hace ya más de un año, y le colocó en una posición privilegiada. Desde entonces, no han parado de distanciarse a causa de lo que se considera actitud contemplativa con el alcalde Xavier Trias. El apoyo del concejal del PSC al derecho a decidir, sus ausencias en algunas votaciones, además de sus continuos ofrecimientos de pactos al gobierno local de CiU han acabado de poner la guinda al distanciamiento entre ambos. En este tiempo, además, los consejos de federación del PSC, el órgano de dirección del partido en Barcelona, han dado varios revolcones al edil.

Jordi Martí es consciente del distanciamiento con el aparato y su estrategia pasa por buscar los apoyos necesarios fuera del partido. De ahí que montara su propia plataforma para buscar en la sociedad civil el aire que encuentra el PSC. El concejal hace un discurso muy crítico con el partido y minimiza la influencia que pueda tener el aparato en las primarias.

Xavier Sardà ha rechazado el ofrecimiento de la calle de Nicaragua

En sentido parecido se expresa la exdiputada Laia Bonet. “Prefiero perder las primarias con un partido grande que ganarlas con un PSC que se va empequeñeciendo”, dice, en referencia a la necesidad de que el partido se abra de verdad a la sociedad. Bonet lleva meses trabajando su candidatura y desde que una encuesta la situó como la candidata mejor valorada ha redoblado esfuerzos. Sus críticas constantes a la dirección de la calle de Nicaragua, así como su estrategia de ir también por libre, provocan recelos en la federación de Barcelona. Algo similar sucede con Rocío Martínez-Sampere, a la que se asocia igual que a Martí y Bonet, con los sectores más catalanistas del partido. Pese a que los tres representan sensibilidades parecidas, el pacto interno antes de las primarias está descartado, pues cada uno cree que puede ganar. Lo mismo ocurre con Collboni, Soler y De Andrés, más afines a lo que se denomina “la mayoría”. Es decir, el aparato y los dirigentes de las agrupaciones.

El PSC de Barcelona celebrará una convención el 30 de noviembre y para entonces se espera que esté listo el reglamento de las primarias. Se podrían convocar a finales de enero a más tardar y celebrarse antes de las elecciones europeas, a finales de mayo de 2014, justamente a un año vista de las municipales.

El reglamento fijará los apoyos internos y externos que se exigirán a cada candidato y será un termómetro para calibrar la fuerza de cada cual en el partido y la sociedad. Los apoyos internos serán un porcentaje mínimo de consejeros de la federación del PSC de Barcelona (son unas 250 personas), y los externos consistirán seguramente en cierto número de firmas de ciudadanos ajenos al PSC.

Mientras todo esto sucede, la dirección de la calle de Nicaragua mantiene una aparente neutralidad en el proceso de Barcelona. De manera oficial dicen que no impondrán un candidato ni buscan un mirlo blanco, según explicó a EL PAÍS el secretario de acción política, Antoni Balmón, el pasado 2 de junio. La realidad es distinta y ya han sido sondeados sin éxito, entre otros, el notario Juan José López Burniol y el periodista Xavier Sardà.

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