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Cuatro tardes interesantes en La Blanca

Las dos corridas con Ponce y El Fandi serán los reclamos, pero no hay que olvidarse de Hermoso en los rejones ni de la novillada del cierre de la feria

La Feria de La Blanca 2013 se inicia esta tarde con el objetivo de recuperar la presencia de público en los tendidos después del descenso que se produjo en las dos últimas ediciones, precisamente desde que los gasteiztarras de Vitauri dejaron la gestión del ciclo. Ni el empresario Tomás Entero en 2011 ni el estreno de Iniciativas Taurinas S. L. hace un año se saldaron con entradas satisfactorias y los tendidos ofrecieron más butacas libres que ocupadas.

La empresa levantina repite experiencia con una estructura idéntica a la del pasado año: dos corridas de toros, una de rejones y una novillada. Los carteles se basan en algunos de los nombres conocidos por el gran público como reclamo, aunque la ausencia del vasco Iván Fandiño es lo más sorprendente en la feria que se inicia esta tarde. Abre el ciclo una corrida de Santiago Domecq para los diestros El Cid, El Fandi y el francés Sebastián Castella. Un cartel rematado, con el reclamo del banderillero granadino, y con la presencia de un siempre interesante Castella. Mañana, la presencia de Enrique Ponce debe servir como aval, junto a Miguel Ángel Perera, otro espada en buen momento, y el joven Jiménez Fortes, que destaca por su extraordinario valor.

El ganado será

El ganado será también de procedencia Domecq, con el hierro de Albarreal. Para el miércoles, se anuncia la tarde de rejones, en las que el navarro Hermoso de Mendoza siempre tira de la taquilla y tiene gran predicamento entre los vitorianos. El cartel lo completan su paisano, de Noain, Roberto Armendariz, y la madrileña Noelia Mota. El cierre será una novillada, en la que junto a Mario Alcalde y el francés Cayetano Ortiz se presentará Martín Campanario, un joven nacido en la localidad guipuzcoana de Lazkao hace 25 años, pero que se inició como torero en Huesca donde pasó la mayor parte de su infancia.

La feria no pasa de ser una combinación correcta, al estilo de las muchas que se celebran por toda la geografía, en la que los empresarios han optado por dejar fuera a toreros como El Juli, Manzanares, Talavante o David Mora además del ya mencionado Fandiño. Pero la principal duda radica en la seriedad de los astados desplazados hasta la capital vasca, ya que la presentación de los toros ha bajado significativamente desde que organizaba la feria el grupo de aficionados vitorianas denominado Vitauri. De momento, las divisas anunciadas son del gusto de los matadores acomodados, de los autodenominados figuras, que tendrán que demostrar en Gasteiz si realmente siguen teniendo la importancia de la que presumen; su tirón en la taquilla hoy y mañana lo dejará claro.

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