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La Consellería: “No se podrá seguir pescando pulpo como hasta ahora”

El Gobierno y las cofradías retoman la negociación para intentar pactar las nuevas normas

Es una realidad admitida por todos: hay muchísima más nasas para la pesca del pulpo largadas en el mar que las permitidas. Nadie sabe cuántas. Ni tampoco el 'stock' de una especie cuyas capturas y ventas se redujeron fuertemente en las últimas dos campañas. La intención, firme, advierte la conselleira do Mar, Rosa Quintana, de controlar y hacer más sostenible esta pesquería a la que se dedican 1.325 embarcaciones y unos 4.000 tripulantes en Galicia está en el meollo de la ardua negociación que retoma con las cofradías a estas horas en Santiago.

Es la segunda parte de conversaciones que ayer se prolongaron durante diez horas sin lograr avanzar. “No vamos a permitir que se siga trabajando como hasta ahora, sin un compromiso fuerte de hacer controles, tanto de lo que se captura como de lo que se vende en lonja”, advirtió Quintana horas antes de volver a encerrarse con representantes de la flota del pulpo. La inmensa mayoría del sector, del que dos tercios está en huelga desde la reapertura de la veda el pasado lunes, rechaza las principales novedades del plan de explotación que impuso Mar, como el de tener que poner una identificación a cada nasa. Incluso los pocos naseiros que aceptan este sistema se quejan de la dificultad y poca fiabilidad de los precintos ideados para los aparejos. Desde el día 1, todo aquel que no le lleve puede ser considerado ilegal y acabar decomisado.

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Mar no está dispuesta a renunciar, como ya hizo en años anteriores, a implantar este sistema de control una pesquería cuya facturación se redujo severamente a seis millones de euros. Pero la consellería está dispuesta a negociar, y pidió a la flota del pulpo que se volviese a sentarse hoy en la mesa de negociación una propuesta para recuperar esta especie y establecer un control de las capturas. La consellería, en la primera ronda, abrió la puerta a incrementar los máximos de nasas permitidos -son 550 para las embarcaciones más grandes, hasta 175 para las pequeñas-. Eso sí siempre que se acepte la obligatoriedad de que cada aparejo lleva un identificativo.

Pero otro de los escollos que más ampollas levanta entre los pulpeiros, sobre todo en las cofradías con mayor peso en esta pesquería, es la obligación de retirar del mar cada fin de semana las nasas. Una medida impuesta sólo a una parte, los que faenan entre Corrubedo (Ribeira) y cabo Silleiro (Baiona). Es crear una división “y discriminación” en el sector, alegan las cofradías, sin que realmente suponga beneficio alguno. Las espadas siguen en alto, aunque hay ánimo de negociar por ambas partes con el fin de que el lunes todos puedan salir a faenar.

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