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Al rescate de una de las mejores colecciones de arte gallego

Los gestores mostraron su preocupación por la posibilidad de que se pierda parte de las obras que atesoraron las cajas

Los gestores de la obra social mostraron su preocupación por la posibilidad de que se pierda parte de la colección de arte que atesoraron las cajas. En la comisión quedó claro que así como Caixanova adscribió en su momento su colección a su obra social, Caixa Galicia la contabilizó como inversión, por lo que acabó siendo transferida a Novagalicia Banco, que podría deshacerse de ella para mejorar sus cuentas. Además, aunque la propiedad de las obras de arte de Caixanova pasó a la actual fundación, algunas siguen ubicadas en oficinas y sedes del banco. Y aunque actualmente la fundación se encarga de exponer y promocionar también las obras del banco, su gerente reconoció que “puede ser” que si el banco se vende “venga alguien” y quiera deshacerse de ellas.

Para García Iglesias, “esté en un lado o en otro, es patrimonio de las cajas”, con un “valor impresionante, excepcional para la cultura gallega”, que abogó por recuperar, pero sin saber “de dónde va a venir el capital” necesario para ello. En esa línea, se mostró favorable a declarar Bien de Interés Cultural (BIC) todo el patrimonio que perteneció a las cajas para que, aunque ahora pertenezca a un banco, siga en Galicia, controlado y accesible. “Todo puede ser”, coincidió Brea sobre la posibilidad de declarar BIC ese patrimonio, y apeló a conservar “la mejor colección de arte gallego que existe”.

También los grupos parlamentarios se mostraron favorables a esa posibilidad y se interesaron por la política de inversión en inmuebles de la obra social de las antiguas cajas, que criticaron por excesiva. García Iglesias admitió que, sin requerir inmuebles propios, la expansión de Caixa Galicia hizo que la obra social actuase “en las 17 comunidades autónomas” obligada “por ley y por vocación”. Y Brea aseguró que “todos los edificios que se hicieron llevaron una memoria de gasto”, pero que él nunca participó en la compra de ninguno. El gerente actual indicó que el mantenimiento de los 70 inmuebles que conserva la entidad tiene un coste de mantenimiento anual de 20 millones, pero destacó que todos son “edificios vivos” con servicios demandados por la ciudadanía de los que intentará no desprenderse.

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