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Una exjefa de la cárcel de Soto dice que había sospechas de más casos de acoso

Desmonta la estrategia del exfuncionario de basar las denuncias en la animadversión hacia él

El funcionario de prisiones acusado, Miguel Ángel P. F.
El funcionario de prisiones acusado, Miguel Ángel P. F.Luis Sevillano

La subdirectora de Tratamiento de la cárcel madrileña de Soto del Real entre 2008 y 2009, Clara Soler, ha declarado esta mañana en la Audiencia Provincial que había sospechas de acoso sexual a presas anteriores a las denunciadas por cuatro reclusas del centro penitenciario que delataron al funcionario de Miguel Ángel P.F. en 2009.

La Audiencia Provincial de Madrid ha celebrado la segunda sesión de la vista oral contra este exfuncionario de prisiones que se enfrenta a 42 años de cárcel por abusar de cuatro internas al menos durante los años 2007 y 2009. Se le imputan varios delitos continuados de abuso de su función y de cuatro delitos de agresión sexual.

En su declaración, Soler ha desmontado la estrategia del procesado de basar las denuncias en la animadversión de las reas hacía él por haber descubierto una trama dentro de la prisión de introducción de material informático a manos de una supuesta banda de narcotraficantes.

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"Eso no se produjo", ha contestado la exdirectora al ser preguntada sobre la posibilidad de que el acusado tuviera conocimiento de la existencia de una red que introducía en la prisión ordenadores. Además, ha relatado que las denunciantes no se conocían entre ellas, ya que estaban en módulos diferentes, y ha destacado su buen comportamiento, lo que las llevó a ocupar puestos de confianza dentro de la cárcel.

La exdirectiva ha precisado que un educador y una trabajadora social le informaron de que una de las víctimas que le acusan de acoso, Francedy, había tenido "un incidente" con el funcionario. Al ser preguntada sobre si conocía más casos al margen de los que se juzgan, ha indicado que "había comentarios" de que podía haber más chicas víctimas del procesado y que el educador y la trabajadora social le dieron los nombres de varias reclusas, pero la mayoría habían sido trasladadas de centro. Fuentes jurídicas han señalado en los pasillos que muchas de ellas no denunciaron por miedo.

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En concreto, Soler ha indicado que otras dos internas, Miosoti y Tina, habían sido trasladadas a otros centros penitenciarios, aunque la pareja de Tina, que estaba en Soto, le relató que el funcionario había tratado de propasarse con ella un día cuando estaba preparando los desayunos en la cocina.

Al igual que otros funcionarios que han comparecido en el juicio, la exjefa ha destacado ante el tribunal que dio credibilidad a los testimonios de las denunciantes, puesto que eran correctos muchos de los datos que aportaban.  "[La denuncia] Me resulta verosímil, conociendo lo que me contaron a mí", ha remachado.

 En la sesión de ayer, el acusado aseguró en repetidas ocasiones que "nunca" abordó a las internas que la denunciaron, ni las acosó ni las tocó ni las solicitó o agredió sexualmente. Incluso apuntó que a algunas de ellas ni las conocía y que a una de ellas, de nombre Miositi, "le echó la bronca por los malos tratos verbales que daba a sus compañeras".

Durante la sesión de hoy, han testificado varios funcionarios del penal de Soto, como un educador, quien ha afirmado que puso en conocimiento de sus superiores que Francedy le había dicho a finales de septiembre de 2009 que tenía "un problema grave" con un funcionario que la acosaba, la había "arrinconado" en el economato y le había hecho tocamientos.

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