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“Somos agnósticos y escolarizan a nuestro hijo en un centro religioso”

Enseñanza deriva a 52 familias de L’Hospitalet y Sant Boi a colegios concertados pese a pedir plaza en una escuela pública

Irene Rigau, consejera de Enseñanza, de visita en un centro en Lleida.
Irene Rigau, consejera de Enseñanza, de visita en un centro en Lleida.HERMINIA SIRVENT

El hijo de Manuel Balenas debe empezar en septiembre el P-3. Los padres habían solicitado en primera opción una escuela pública de L’Hospitalet y en segunda opción una concertada laica, que les había gustado por las buenas referencias que les habían dado de ella. La sorpresa de Balenas fue cuando la Generalitat le comunicó que a su hijo le habían adjudicado una plaza en el Casal dels Àngels, una concertada religiosa. “En casa somos agnósticos y nos obligan a llevar a nuestro hijo a esa escuela. No nos han consultado y no han respetado nuestras creencias”, se queja el padre. En el caso de Balenas hay otras 70 familias más en L'Hospitalet. Y de ellas, 42 no habían solicitado la concertada en ninguna opción. A estas se añaden 10 más de Sant Boi del Llobregat.

El pasado miércoles, la consejera de Enseñanza, Irene Rigau, insistió en que “la norma es que quien pide escuela pública tiene plaza en la pública. Y quien pide la concertada, va a la concertada”. Rigau rechazó también las acusaciones que le llegan de favorecer a la privada subvencionada asegurando que para el próximo curso habrá 234 líneas en la pública y 93 menos en la concertada en Cataluña.

“La norma es respetar la petición de las familias”, admite Rigau

En marzo, la alcaldesa de L’Hospitalet de Llobregat, Núria Marín (PSC), denunció, sin embargo, que la Generalitat había planificado el cierre de dos grupos de P-3 en la escuela pública mientras se añadía uno a la concertada. Marín criticó esa planificación y defendió que la natalidad no había descendido. Una vez hecha la preinscripción, el Departamento de Enseñanza dio marcha atrás y solo ha decidido cerrar una línea, la de la escuela Frederic Mistral. La Generalitat defiende que sobran plazas en L’Hospitalet, pero el Ayuntamiento discrepa de esa versión. Según el Consistorio, se ofrecieron 1285 plazas en la pública y se han recibido 1307 peticiones y en la concertada si que sobran pupitres: hay 982 pero solo ha habido 865 solicitudes.

Resulta difícil saber en cuántos municipios catalanes se está produciendo esta derivación de la pública a la concertada. La cuestión sale a la luz si lo denuncian los ayuntamientos, que son los que manejan las cifras. Y solo lo acostumbran a hacer los de color político diferente al gobierno catalán. En Sant Boi (PSC) se han encontrado en una situación similar a L’Hospitalet. En este caso son 10 las familias que no habiendo solicitado plaza en la concertada se les ha adjudicado a ella. “Hay dos familias que son musulmanas y se les ha enviado a una concertada religiosa. La situación es esperpéntica”, denuncia el concejal de Educación de Sant Boi, Lluís Pérez. Enseñanza aseguró que si no hay sitio en la escuela deseada, la adjudicación se hace de forma automática. Y este proceso lo hace una máquina, reconoce el Departamento de Educación, que insiste que las familias pueden recurrir.

Pérez explica que es la primera vez que se han encontrado con esta situación. “Hasta ahora se había respetado la petición de las familias”, añade. El Ayuntamiento también se queja de que para el curso próximo la Generalitat les cierra un grupo de P-3 de la pública y ha dejado al municipio con escasez de plazas. Para las 524 de la pública se recibieron 527 solicitudes, según datos del Consistorio, mientras que para las 359 de la concertada llegaron 346 peticiones.

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