Un solo precedente en democracia en Burgos
La próxima fusión planeada en España está en el Pirineo catalán
En España hay 8.117 Ayuntamientos, seis más que en 2007. En las elecciones municipales celebradas en 2008 se eligieron alcaldes en cinco nuevas poblaciones segregadas de otras mayores: Pinar del Hierro se separó de Valverde, en la isla de Hierro; La Canonja de Tarragona; Villanueva de la Concepción de Antequera (Málaga); Vegaviana de La Moraleja (Cáceres) y Alagón del Río de Galisteo (Cáceres). La segregación más reciente la protagonizó Guadiana del Caudillo al separarse de Badajoz (y sigue manteniendo el nombre franquista) en 2012.
Sin embargo las fusiones, que el Gobierno no se ha atrevido a impulsar en su propuesta de reforma local, son prácticamente inexistentes. Antes de Oza y Cesuras solo se conoce en democracia la que dio lugar al Valle de Losa (Burgos) en 1981, según consta en un estudio del Ministerio de Hacienda. En ese pueblo plagado de restos romanos se integraron Junta del Río de Losa y Junta de San Martín. “Se produjeron intentos en Asturias y Aragón, pero no cuajaron”, recuerda el catedrático de Derecho Público de la Autónoma de Madrid experto en municipalismo, Francisco Velasco. La enorme resistencia de los consistorios a integrarse voluntariamente de las últimas décadas quebró una tendencia que se mantenía desde mediados del siglo XIX: entre 1842 y hasta el fin del franquismo desaparecieron en España casi 3.400 núcleos de población.
Ahora la próxima fusión planeada en España está en el Pirineo catalán. Pese a estar gobernados por cuatro partidos distintos, Esterri d'Àneu, Guingueta d'Àneu, Espot y Alt Àneu solicitaron a la Generalitat el pasado mes de enero información para unirse. Por el momento no han dado nuevos pasos. En Galicia, el único antecedente se remonta a 1968, cuando la miseria de la posguerra y el envejecimiento del pueblo forzó la absorción de Acebedo del Río por parte de Celanova (Ourense).