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El fracaso de la negociación con los acreedores lleva a Pórtico al concurso

La empresa tiene 600 trabajadores, 400 de ellos en Galicia, y arrastra una deuda de 40 millones

El estallido de la crisis sorprendió a la empresa viguesa Pórtico, del sector de la decoración, cuando comenzaba a amortizar una inversión de 20 millones de euros en un gran almacén robotizado. Desde entonces, todo han sido problemas y sacrificios para una plantilla que llegó a alcanzar los 850 empleados, que se han bajado el sueldo en reiteradas ocasiones y que ha aprobado expedientes de regulación de empleos temporales para capear el temporal. Venció la tormenta: la empresa solicitó el lunes en el juzgado el concurso de acreedores, tras fracasar las negociaciones con la banca para hacer frente a una deuda que supera los 40 millones de euros.

El proceso concursal es un último intento para salvar el futuro de una compañía fundada hace casi 50 años y que cuenta en la actualidad con más de 600 empleados, 400 de ellos en Galicia, de los que 310 se concentran en la provincia de Pontevedra. Bajo el paraguas del grupo Pórtico funcionan las marcas Dayaday, Goovy, Silomundi y Qluz!, además de las propias tiendas de Pórtico, que en 2012 registraron en su conjunto unas pérdidas de en torno a los 10 millones de euros. El concurso de acreedores afecta de momento a Pórtico Galicia y Silomundi, marca con la que funciona Pórtico en Madrid, que suman medio millar de empleados, pero se espera que pueda extenderse en cuestión de días al resto de filiales.

El propio director general de la compañía, Emilio Castro, hijo del fundador y dueño de la empresa, comunicó a las 9,30 horas de ayer a los trabajadores de la presentación en la mañana del lunes de la solicitud del concurso de acreedores en los juzgados de Pontevedra, ante la negativa de los bancos a renegociar los préstamos. El grueso de la deuda lo soporta Novagalicia Banco, que según fuentes sindicales se ha negado a refinanciar los créditos en las negociaciones de las últimas semanas. Otras fuentes de los trabajadores sitúan al Banco Santander, que heredó la deuda de Banesto, como el más reacio al acuerdo.

La empresa no ha comunicado todavía los efectos que el proceso concursal pueda tener sobre el empleo, pero los sindicatos son pesimistas sobre la posibilidad de que se plantee un Expediente de Regulación de Empleo extintivo. La plantilla ya sufrió un fuerte desgaste cuando se negoció la última rebaja del salario en un 7,5% y la regulación de empleo temporal, que se aprobó por los trabajadores de Pontevedra por 169 votos a favor, 72 en contra y 18 en blanco. El comité de empresa tiene hoy una nueva cita con la dirección de Pórtico, en la que se espera aclarar las previsiones respecto al futuro de unos empleados a la que se le adeudan varias mensualidades.

A diferencia de otras grandes empresas en apuros como Caramelo, Pórtico acometió su crecimiento sin el respaldo de las instituciones públicas, y con un gran crédito como principal pilar, aunque fuentes de los trabajadores aseguran contar con el apoyo del Instituto de Promoción Económica de Galicia (Igape) para hacer frente a las deudas.

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