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La crisis aboca a la clase media a ir a Cáritas

72.000 personas, un 12% más, fueron atendidas el año pasado en Alicante

Mapa por barrios de Alicante con los índices de paro.
Mapa por barrios de Alicante con los índices de paro. Plataforma contra la pobreza

Cáritas dibuja en su última memoria de actividad, la cara y la cruz de la crisis que sufren cientos de hogares. Por un lado, confirma el dramático aumento del número de familias atendidas que pasan necesidad. El año pasado 72.000 personas en la diócesis de Alicante-Orihuela llamaron a la puerta de Cáritas, lo que supone un crecimiento del 12% respecto al año anterior, y de éstas 29.788 fueron hombres y 42.390 mujeres.

Pero al mismo tiempo se dispara la solidaridad. El número de voluntarios aumentó el año pasado en un 12% y la cantidad de dinero procedente de donativos y colectas en la diócesis rozó los 2,6 millones de euros el año pasado, lo que supone 300.000 euros más que el año anterior.

La actual recesión económica ha cambiado el perfil de las familias que acuden a Cáritas en Alicante para pedir ayuda de todo tipo. Si en 2011 el 70% de las personas que requerían de estos servicios eran inmigrantes, el año pasado se redujo este porcentaje al 50%, ya que muchos extranjeros han optado por regresar a su país. En cambio, el número de familias procedentes de la clase media baja autóctona, que antes solo representaban un 30% de los atendidos por Cáritas, ha pasado a ser mayoría.

La pobreza se extiende por Alicante

Varios síntomas apuntan que la pobreza se va extendiendo en Alicante como una mancha de aceite, y las autoridades parece que miran hacia otro lado.

Hasta hace unos pocos años este problema estaba focalizado en unas áreas muy concretas de la zona norte, pero con la actual crisis la pobreza se percibe en puntos de San Antón, Villafranqueza, Tómbola, Virgen del Remedio, La Florida o Altozano.

Kike Romá, de la Plataforma contra la Pobreza y la Exclusión Social de Alicante, presentó en las jornadas que viene celebrando la PIC (Plataforma de Iniciativas Ciudadanas), un borrador del mapa de la pobreza que muestra como en los barrios de la periferia el paro se ha disparado, y en algunos casos supera el 40% de la población. Pero además, detalla con varias fotografías como viven algunas familias en tiendas de campaña junto al estadio Rico Pérez o en chabolas en el Vial de los Cipreses, de camino al cementerio.

Los 400 casos de familias desahuciadas por los bancos (la mayoría en el barrio de Carolinas) en un solo año y el medio centenar de locales comerciales cerrados en un radio de una decena de calles del centro de Alicante confirman que la crisis está dejando “muchos alicantinos en la cuneta”, se lamenta Romá. Para intentar buscar soluciones, la Plataforma exige al Ayuntamiento de Alicante, que preside Sonia Castedo, que constituya una comisión de trabajo para elaborar un completo informe que permita detectar y actuar en los barrios en los que la crisis cabalga a sus anchas. El presidente de la PIC, José María Perea, recordó que este debe ser “un trabajo de todos”.

Según detalló el director de Cáritas en Alicante, Jaime Pérez, en 2012 destinaron 2,5 millones de su presupuesto total de cuatro millones de euros, a labores de acogida y asistencia, y 615.000 euros e intervención con colectivos vulnerables. Pérez resaltó el esfuerzo realizado para mantener todos los programas y atender a un 12% más de personas con un presupuesto que se ha incrementado solo en un 3%. “Hemos logrado recortar en los costes estructurales de la entidad para poder atender a más personas”, explicó.

Pese a todos los esfuerzos, la crisis económica ha “desbordado” los servicios de Cáritas que intentan cubrir las necesidades primarias de todo tipo de las familias. Y citó como ejemplo: atención alimentaria, suministros diversos, ropa, pago de alquiler, gastos de agua, gas e incluso de farmacia.

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El vicario general de la diócesis, Francisco Conesa, alabó la “solidaridad” de cientos de personas que se acercan desinteresadamente a colaborar con Cáritas. La situación, que fue calificada en varias ocasiones por Pérez de “desbordante”, ha obtenido la respuesta solidaria de las personas que se acercaron a colaborar con Cártitas. De 1.219 voluntarios en 2011 se pasó a 1.373 en 2012, lo que supone un 12% más. Y el dinero recogido en los cepillos de las iglesias durante las misas y en colectas especiales también aumentó hasta alcanzar los 2.574.647 euros, lo que supone más de la mitad de los 4 millones de presupuestos totales, y representa 300.000 euros más que los recaudados el año anterior.

La organización también ha dedicado una “especial atención”, según Pérez, al fomento del empleo y la inserción socio-laboral, a los que ha destinado cerca de 300.000 euros, mientras que a formación ha asignado casi 33.000 euros. Los problemas generados por los desahucios también han llegado a Cáritas que atendió a siete familias, y ha puesto en marcha unos pisos tutelados en varias localidades de la provincia.

El director de la entidad esquivó cuando le preguntaron si la Administración estaba haciendo lo suficiente para atender a las familias necesitadas. El director de Cáritas aclaró que su objetivo no es “suplir” a la Administración pública, cuyos medios, “no llegan a cubrir todas las necesidades que requieren los ciudadanos, pero hacen lo que pueden”, concluyó.

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