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El PP valenciano evidencia su malestar por el actual modelo de financiación

Todos los dirigentes populares exigen al Gobierno un cambio en la financiación autonómica Rita Barberá anuncia que volverá a presentarse a la alcaldía de Valencia

Esteban González Pos, Alberto Fabra y José Manuel Soria, en Valencia.
Esteban González Pos, Alberto Fabra y José Manuel Soria, en Valencia.TANIA CASTRO

El PP convirtió la celebración del primer aniversario de Alberto Fabra al frente del partido en un acto de reivindicación del cambio de modelo de la financiación autonómica delante de los ministros de Economía, Luis de Guindos, de Industria, Juan Manuel Soria, y del vicesecretario general del Partido, Esteban González Pons. Ya en el pase del vídeo introductorio sonaron los primeros aplausos cuando en off, Fabra reclamó: “que se escuche nuestra voz”. Aplausos que se convirtieron en un clamor en el instante en que la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, pidió “una financiación adecuada”, recordando que tanto la ciudad que preside como la Comunidad Valenciana son un activo electoral del PP. La alcaldesa, dirigiéndose a los dos ministros, añadió: “Hay que cuidar a Valencia y a la Comunidad Valenciana”, en un acto en el que hizo frente a su previsible imputación por el 'caso Urdangarin' anunciando que se presentará a la reelección.

Acabó Barberá y recogió el testigo el presidente del PP y de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, quien lo primero que hizo fue recordar que Rajoy, durante la campaña electoral, se había comprometido a adecuar la financiación al número de habitantes real de la Comunidad Valenciana. “Rajoy", dijo, "tiene que cumplir” y, a continuación, exhibió una senyera y, modificando la primera estrofa del himno valenciano, casi gritó: “Que ofrenden glorias a Valencia. Estamos hartos de ofrendar glorias a España”. Rus insistió en reclamar los 11.000 millones de deuda histórica que, en su opinión y en la de muchos cargos populares, tiene el Estado con la Comunidad Valenciana. “Que nos paguen lo que nos deben y no tendremos que hablar del déficit asimétrico. Y si no pagar lo que nos deben, al menos que se comprometan a pagarlo”.

Algo más comedido en sus reivindicaciones se mostró el presidente de la Generalitat. Alberto Fabra dijo que no es más reivindicativo el que más grita. “Nosotros exigimos lo que nos corresponde a quien corresponde y como corresponde”; pese a ello subrayó: "Necesitamos un nuevo sistema de financiación y lo necesitamos ya”. Más moderado que la alcaldesa y que Rus, Fabra afirmó, de forma un tanto voluntarista, que el gran aliado de la Comunidad Valenciana es Mariano Rajoy, quien según dijo el presidente, acudirá el próximo 8 de noviembre a la convención regional del PP valenciano. Si se cumple el anuncio de Fabra, el presidente del Gobierno habrá tardado dos años en levantar el cordón sanitario que impuso a sus compañeros valencianos tras los escándalos por los que atraviesa su organización desde el estallido del caso Gürtel.

Las reclamaciones de Barberá, Rus y Fabra no encontraron ningún eco en los dos ministros presentes. Ambos limitaron sus muy breves intervenciones a explicar que lo peor de la crisis económica ya había pasado, a destacar la pujanza exportadora de la Comunidad Valenciana y a mostrar un apoyo sin ningún compromiso a Alberto Fabra. El titular de Industria, José Manuel Soria, sí que habló de financiación, pero de la que precisan las empresas y España. De la valenciana, ni media palabra. La ausencia del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, que siempre se ha distinguido por reclamar una mejor financiación para la Comunidad Valenciana resultó sorprendente. Más si cabe cuando en su agenda no figuraba ningún acto en el exterior. Un portavoz del PP aclaró a este periódico que la organización del acto no le había invitado.

Con todo el más claro fue Esteban González Pons. El vicesecretario general que, no en vano, es valenciano, recordó la riada de 1957 y como, ya entonces no llegó ni una sola peseta desde el Gobierno. “Los valencianos, con nuestro esfuerzo, fuimos capaces de desviar el curso de un río para evitar riadas en el futuro”. ”Ahora, continuó, tampoco nos van a ayudar a mover el río. No podemos esperar a que nos resuelvan los problemas desde fuera. Los problemas de la Comunidad Valenciana solo pueden resolverse desde Valencia. La imagen y el mensaje quedaron meridianamente claros: No va a llegar ninguna ayuda externa para cambiar un modelo tan lesivo para los intereses de los valencianos.

La celebración del aniversario de Fabra sirvió para que este brindara –“hoy más que nunca”- su apoyo a Rita Barberá, tras su previsible imputación por el juez del caso Nóos. Y la alcaldesa aprovechó para anunciar que iba a volver a presentarse para la reelección en 2015 y mandar un recado a la oposición: “Por mucho que ambicionen quitarnos del Gobierno por método que sea, os aseguro que volveremos a ganar las elecciones”. Todo el acto estuvo trufado de llamamientos a la unidad del partido y a aumentar la autoestima de los militantes.

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En la trasera del escenario, ubicado en el auditorio Mar Rojo de l’Ocenaogràfic, dos escualos no dejaron de pasearse durante todo el tiempo. ¿Símbolo de lo que ocurre en el seno del PP?

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