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La concejal de Seguridad Ciudadana, reprobada por el coste de las nevadas

Marian Castellanos es censurada por la oposición por el desfase en el dinero gastado en la limpieza

Los costes de la gestión de las cuatro nevadas que han caído en el último invierno en Vitoria han empujado al Ayuntamiento de la capital vasca a la primera reprobación un concejal en toda su historia. La razón no ha sido otra que un desfase entre los costes reconocidos inicialmente por la edil de Seguridad Ciudadana, Marian Castellanos (PP) y el coste real de la limpieza de las calles. El pleno del Consistorio ha aprobado la reprobación de la concejala con los votos de Bildu, PSE y PNV, dejando solo al equipo popular del alcalde Javier Maroto en su defensa de Castellanos.

La medida no tiene efectos prácticos, pero supone un fuerte tirón de orejas político que la oposición amagó con utilizar con el propio alcalde el pasado año por su negativa a debatir unos presupuestos. Castellanos explicó hace dos meses que el coste fue de 320.000 euros, mientras que días después el diario El Correo aseguró que, en realidad, Vitoria había gastado 580.000 euros.

El concejal de Bildu David Pina ha censurado hoy que Castellanos buscó que la ciudad estuviera “como si no hubiera nevado, cueste lo que cueste”. Él ha sido el único que ha versado sobre las cantidades, mientras que el resto de portavoces se han centrado en explicar que la reprobación se debe a la “falta de transparencia” de la edil. El portavoz del PNV, Gorka Urtaran, partido con el que el PP ha logrado salvar su minoría y aprobar unos presupuestos, ha afeado la actitud de Castellanos y ha censurado que esta “falseó” datos. Los socialistas han asegurado que en otros lugares ha habido políticos inhabilitados por ocultar información a la oposición y dificultar así la fiscalización de la gestión de un equipo de Gobierno.

De poco han servido las reiteradas explicaciones de la edil vitoriana, que aseguró que un “error humano” motivó ese desfase y se disculpó en cuatro ocasiones ante la oposición –“las disculpas no eran sinceras”, han asegurado los socialistas-. La portavoz del PP, Idoia Garmendia, ha calificado de “absolutamente desproporcionada y del todo injustificada” la reprobación y ha asegurado que en el Ayuntamiento “ha habido actitudes mucho más reprobables” que esta, como “amenazas” hacia ediles. La medida aprobada es, según Urtaran, “un toque de atención” al equipo de Maroto. Pina, desde Bildu, ha asegurado que la ocultación de datos en el Ayuntamiento es habitual y ha señalado que, “a la vez que reprobamos a la señora Castellanos, queremos denunciar las malas prácticas del equipo de Gobierno”.

La reprobación ha llegado después de varias votaciones que han tenido que ser repetidas en el pleno después de que en una sesión anterior Maroto diese por aprobadas varias mociones relacionadas con cuestiones urbanísticas cuando no se había logrado la mayoría absoluta que era necesaria para hacer modificaciones de este tipo. Asimismo, el debate ha estado precedido por el enésimo encontronazo entre el alcalde Maroto y su predecesor, el portavoz socialista Patxi Lazcoz, que le ha reclamado que elija entre su cargo en el Parlamento –es parlamentario desde las elecciones de noviembre de 2012- y el del Ayuntamiento porque a ojos de los socialistas la duplicidad de cargos de Maroto está afectando al trabajo del Consistorio.

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