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La Generalitat refuerza los controles en todas las cárceles tras las últimas fugas

Los Mossos d'Esquadra buscan al último huido de Tarragona en barrios periféricos

Xavier Martorell junto a uno de los muros de la cárcel de Tarragona.
Xavier Martorell junto a uno de los muros de la cárcel de Tarragona. JOSEP LLUÍS SELLART

La Generalitat está tratando de reforzar los controles de seguridad en todas las cárceles catalanas después de las últimas fugas de internos en los centros penitenciarios de Tarragona, Figueres (Alt Empordà) y La Modelo de Barcelona. La Dirección General de Servicios Penitenciarios del ejecutivo catalán ha pedido a los directores de las prisiones fortalecer las inspecciones para evitar que se reproduzcan los episodios vividos en los últimos días. El último caso ocurrió este lunes en la cárcel de Tarragona, ubicada en la Avenida República Argentina, cuando tres reclusos se fugaron aprovechando la confusión generada tras el suicidio de un cuarto preso en la enfermería del centro. La víctima fue Ángel Ventura, de 33 años, encarcelado después de que en marzo del año pasado asestara una veintena de puñaladas a su expareja sentimental en Reus (Baix Camp). A primera hora de la mañana se quitó la vida aprovechando un descuido de los funcionarios al ahorcarse con los cordones de sus zapatos.

El director general de Servicios Penitenciarios, Xavier Martorell, dijo que la huida de los tres presos se produjo por “un error humano” y culpó a un funcionario con 20 años de experiencia de la evasión, porque supuestamente divisó a los reclusos pero no dio la voz de alarma a tiempo. La Generalitat, que ha abierto un expediente a este empleado, por el momento lo ha suspendido cautelarmente de empleo y sueldo durante seis meses.

“Lo del error humano no está claro, quizás es la manera de justificar que nos falta personal. Está todo alambrado, los internos debieron dejarse parte de la piel y de la ropa en la huida, fue todo muy rápido”, explicó Marc Montón del sindicato UGT de Tarragona. Además, los sindicatos afirman que en el momento de la evasión solo había un funcionario para controlar a todos los reclusos que se encontraban en el patio. También sostienen que el complejo de Tarragona tiene capacidad para 250 internos, aunque actualmente hay 415. Según los sindicatos de prisiones, llevan tiempo reclamando una reja más alta en el centro para evitar lanzamientos de objetos desde la calle de la cárcel, cuyas esquinas están vigiladas por los Mossos d'Esquadra.

Dos de los internos fugados fueron detenidos el mismo lunes, pero uno sigue en paradero desconocido. Se trata de Manuel L.P, un joven de 22 años cuyo último domicilio conocido está localizado en el barrio Sant Josep Obrer de Reus. El evadido está acusado de robo con fuerza. Desde el suceso los mossos han desplegado diversos dispositivos de búsqueda por los accesos de diferentes poblaciones aledañas a la zona, como el martes en El Catllar (Tarragonès). Este miércoles han buscado a Manuel L.P en los barrios periféricos de Tarragona y Reus, donde podría tener contactos o personas conocidas.

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