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Fabra renuncia a la deuda histórica sin ninguna contrapartida de Rajoy

El PSPV pide que no se retrase más en el Congreso la reforma estatutaria de 2011

El presidente Alberto Fabra este jueves en las Cortes Valencianas.
El presidente Alberto Fabra este jueves en las Cortes Valencianas.MÒNICA TORRES

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, asumió el cargo en julio de 2011. Apenas un mes después, lanzó su primera reivindicación al Gobierno central y exigió 7.300 millones de euros en concepto de deuda histórica por la deficiente financiación del Estado a la Comunidad Valenciana. Entonces todavía gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero, pero la llegada al Gobierno de Mariano Rajoy no fue obstáculo para que Fabra ajustase los cálculos de la reivindicación hasta los 11.000 millones de euros.

Tanto interiorizó el PP valenciano la reclamación de la deuda histórica, que el presidente de las Cortes, Juan Cotino, no dudó el pasado 27 de febrero en pedir públicamente al Gobierno que se condonasen a la Generalitat deudas pendientes con el Estado por ese mismo importe.

Ayer, en la sesión de control de las Cortes Valencianas, el propio Fabra decidió enterrar su iniciativa al ver que la oposición se le subía al carro y le animaba a seguir adelante con la reivindicación ante el Gobierno de Mariano Rajoy.

“El Gobierno de España no puede atender ninguna deuda histórica porque no tiene capacidad”, admitió Fabra, que intentó reconducir la cuestión: “Tenemos que seguir luchando por un sistema de financiación justo”.

Torres: “Negocie no devolver créditos a cambio de la deuda histórica”

Sin embargo, el presidente de la Generalitat, sin cruzar el ecuador de la sesión de control, ya había perdido el pie.

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El socialista Antonio Torres ya se había apuntado a la idea de Cotino. “Negocie no devolver créditos a cambio de la deuda histórica y pida que se incluya la reforma del Estatut \[aprobada por las Cortes en 2011\] en el orden del día del Congreso de los Diputados. No pedimos más”, argumentó el portavoz socialista. Torres instó al PP a no demorar más la tramitación de la reforma aprobada por las Cortes en la que se exige al Gobierno una inversión acorde al peso de su población en el conjunto de España. Una tramitación que los populares han aplazado en dos ocasiones.

El portavoz de Compromís, Enric Morera, tampoco se fue por las ramas. “Necesitamos un presidente que pida el dinero. Si no tiene fuerza, pida ayuda”.

Morera: “Necesitamos que pida el dinero. Si no tiene fuerza, pida ayuda”

Marga Sanz, portavoz de Esquerra Unida, también instó al jefe del Consell a defender el autogobierno, porque este “solo se puede ejercer con una financiación adecuada”. “¿Qué espera para reclamar la deuda histórica y una mejor financiación?”, remachó.

A esas alturas del debate, Fabra, que insistía una y otra vez en que el Consell no mira “de qué color es el partido que está en una Administración para reclamar lo que es justo para la Comunidad Valenciana”, ya había sacado todo su fondo de armario para rebatir a la oposición.

A los socialistas los acusó de la herencia recibida y de arrasarlo todo con sus políticas, mientras justificaba su actuación ante Rajoy. “No se trata de que todas las comunidades empiecen a gritar reclamando más dinero, porque no habría suficiente”.

Al Grupo de Compromís lo acusó de independentista y de pensar solo “en lo pequeño, en lo suyo”. Y a Esquerra Unida de estar siempre a la contra de lo que hace el PP.

Asfixiado por la presión de la oposición, Fabra cerró el debate rebuscando en el cajón de los indicadores. Y de allí sacó una mejora de las exportaciones, del índice de producción industrial y del número de pernoctaciones hoteleras.

“Los debates se hacen con argumentos”, señaló el presidente del Consell, aunque los servicios solo se sostienen con dinero.

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