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EDUCACIÓN

Los impagos en la UPV podrían llegar a triplicarse este año por la crisis

La universidad prepara un fondo social para que todos puedan pagar las tasas

Jóvenes estudiantes en el campus de Ibaeta de la Universidad del País Vasco (UPV).
Jóvenes estudiantes en el campus de Ibaeta de la Universidad del País Vasco (UPV).JAVIER HERNÁNDEZ

Los estudiantes son uno de los colectivos más vulnerables ante la crisis. De hecho, el número de alumnos que no puede hacer frente a las tasas ha aumentado este año hasta los 500 o 600 alumnos —hasta final de curso no se puede saber el número exacto—. La media en años anteriores apenas alcanzaba a los 200 alumnos.

Por ello, el equipo rectoral de la UPV, que ha presentado ante el Consejo de Gobierno el anteproyecto de presupuesto para 2013, anuncia la preparación de un fondo social para paliar los impagos que contará con 250.000 euros. Con este mecanismo que aún esta en fase de elaboración, los alumnos que, a consecuencia de la crisis no pueden hacer frente a los gastos de la matrícula, podrían seguir estudiando. La gerente de la UPV, Lore Bilbao, apunta a EL PAÍS que todavía hay que perfilar algunas cuestiones, como los criterios que se seguirían para conceder la ayuda, pero explica que no se trata de una ayuda a fondo perdido, sino de cantidades que el alumno deberá devolver en el futuro.

Como complemento al fondo social, que no entraría en vigor hasta la aprobación del presupuesto a finales de mayo, el consejo acuerda suspender las normas por las que el incumplimiento de la matrícula conlleva la anulación de la misma y restringe el acceso del alumno a ciertos servicios de la universidad.

El rector, Iñaki Goirizelaia, califica estas medidas como “urgentes” y añade que “nadie debe ver mediatizado por condiciones económicas el acceso a la educación superior”. En ese sentido pide a todas las instituciones que se comprometan ante “una crisis tan grave y profunda como la actual”.

El anteproyecto presentado cifra en 392 millones los recursos con los que la UPV podrá contar en sus presupuestos para 2013, lo que supone una clara reducción en comparación con los casi 500 millones del ejercicio anterior (un 9,26% menos). Esta cifra obliga a la universidad a “confeccionar unos presupuestos extremadamente ajustados”, según Goirizelaia.

Pese a ello, el anteproyecto establece como prioridades la apuesta por la investigación, los estudios de posgrado, las relaciones internacionales y el euskera. Los gastos de personal tampoco se verán alterados respecto al año anterior.

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