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Munilla considera que el aumento del aborto es el “holocausto silencioso”

El obispo de San Sebastián censura que las interrupciones por ser una “masacre de inocentes” Valenciano critica las palabras del prelado

El País
El obispo de San Sebastián, en una misa en Arantzazu
El obispo de San Sebastián, en una misa en ArantzazuJavier Hernández

El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, centró ayer su homilía de Viernes Santo en denunciar los abortos por considerarlos un "holocausto silencioso" y una "masacre de inocentes". El prelado se sirvió de los datos de 2011, que destacan un incremento de las interrupciones voluntarias de embarazos del 22% en 2011 respecto a 2010, para censurar los abortos.

El aborto es "una especie de suicidio espiritual por parte de la propia mujer", según el prelado

En este sentido, calificó de "hecho providencial" que las cifras se difundiesen en un Viernes Santo, "día en el que se celebra la muerte del inocente que entregó su vida en rescate por todos nosotros". Los datos, ya conocidos, fueron redifundidos el pasado jueves por la agencia de noticias Vascopress y publicados al día siguiente por varios medios de comunicación.

Munilla denunció en la catedral del Buen Pastor una vez más las interrupciones voluntarias del embarazo, realizadas bajo el "eufemismo del derecho a la salud reproductiva", un argumento que consideró "equiparable a que se liberalizase el despido libre bajo el eufemismo de derecho a la salud laboral". El obispo de San Sebastián afirmó que una parte "no desdeñable" de los abortos se debe a la situación de pobreza de las mujeres embarazadas -un hecho que Munilla explicó a raíz del dato de mujeres extranjeras que abortaron, el 44% del total- e hizo un llamamiento: "No los matéis, dádselos a quienes también les aman".

Con esta reclamación, quiso "dignificar" las adopciones y remarcó que se trata de una "contradicción" que haya familias que acudan a otros países a adoptar a sus hijos, mientras que, al mismo tiempo, hay otras personas que rechazan "la posibilidad de dar en adopción".

El incremento de las interrupciones voluntarias de embarazos en Euskadi, con una tasa de 10,34 abortos por cada mil embarazos, sitúa al País Vasco en la mitad de la tabla respecto al resto de comunidades autónomas, lejos de autonomías como Madrid o Cataluña, que se encuentran a la cabeza con 15 abortos por cada mil y por debajo de la media estatal, de 12,44.

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Según el prelado, "el aborto no solo conlleva el poner fin injustamente a una vida inocente, sino que también supone una especie de suicidio espiritual por parte de la propia mujer". Bajo esta convicción, Munilla recordó que la diócesis de San Sebastián ha puesto en marcha un proyectopara la "sanación" de esas mujeres.

Las palabras del prelado han sido censuradas por la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, quien ha pedido a Munilla respeto para las mujeres que abortan.

En su perfil de Facebook, la dirigente socialista se pregunta qué sabrá Munilla de los embarazos no deseados y de las "dificultades enormes de muchas mujeres que no pueden, sencillamente, no pueden hacerse cargo de otra maternidad". Se pregunta si conoce el obispo que las mujeres reclaman libertad desde hace siglos, "esa libertad que la Iglesia oficial les ha negado siempre". "Nosotras parimos, nosotras decidimos", concluye Valenciano, que dice a Munilla que expone su opinión "con todo respeto —el que usted no muestra por nosotras—, monseñor".

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