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Victoria Álvarez: “Es una aberración y un escándalo”

La exnovia de Pujol declara que la comida con la líder del PP fue una conversación de amigas

Foto: CARLES RIBAS | Vídeo: ATLASFoto: atlas
Àngels Piñol

Victoria Álvarez, la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, ha asegurado este lunes que el almuerzo que mantuvo en junio de 2010 con Alicia Sánchez-Camacho, líder del Partido Popular (PP) en Cataluña, fue solo una comida de amigas en la que trataron cosas privadas como las relacionadas con los niños. Álvarez ha hecho esa descripción del polémico almuerzo para insinuar que el objetivo de la comida no era tratar el supuesto blanqueo de dinero cometido por el hijo del expresidente de la Generalitat. El juez de instrucción número 14 ha tomado este lunes declaración como testigos tanto a Álvarez como a Sánchez-Camacho, quienes han reconocido como suyas las voces en la grabación de la que fueron objeto.

Tras declarar durante algo más de una hora ante el juez, en la Ciudad de la Justicia, Sánchez-Camacho ha comparecido ante los periodistas y se ha acogido al secreto de sumario para no revelar detalle alguno de su declaración. Aconsejada por su letrado, que tampoco ha querido atender a la prensa, la diputada ha expresado su confianza en la justicia y en que se actúe tanto contra quienes grabaron la comida —dicen, algunas fuentes, que a través de un micrófono adosado a un centro de flores— como quienes han pretendido beneficiarse con su venta. Fuentes judiciales no descartan que exista más de una copia de la conversación registrada.

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El hermetismo de la popular ha contrastado con la predisposición de Álvarez a atender a las cámaras. Junto a una gran pancarta en la que se leía stop corrupción, ilustrada con un sobre con euros y firmada por la asamblea de trabajadores de la Administración de Justicia, Álvarez ha mostrado su indignación ante el espionaje del que ha sido objeto. “Esto es un escándalo. Una aberración. Queremos llegar hasta el final y saber por qué han hecho esto (los detectives) y nos han seguido durante dos años”, ha dicho. “Era una comida entre dos amigas en un restaurante y por eso teníamos un reservado”.

Su versión contrasta, sin embargo, con la que la popular dio el 11 de febrero justo cuando trascendió el caso. Sánchez-Camacho no consideró entonces a Álvarez como una amiga y dijo que la había visto solo en un par de ocasiones: una en su despacho de la sede popular de la calle de Urgell y otra en el restaurante. La popular reveló ya entonces que en la comida surgió el asunto del supuesto blanqueo de Pujol. Dos días después, agregó que había invitado a Álvarez a acudir a la fiscalía para denunciar los hechos pero que ella se negó por miedo. Esta ha negado este lunes que el juez le interrogara sobre la supuesta evasión de capitales de Pujol al llevarse a Andorra billetes de 500 euros en un maletero de su coche.

Alicia Sánchez-Camacho, a la salida del juzgado.
Alicia Sánchez-Camacho, a la salida del juzgado.CARLES RIBAS
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La dirección popular presentó la denuncia contra el espionaje político en la Jefatura Superior de Policía que desencadenó la detención del director de la agencia de detectives Método 3, Francisco Marco, y tres exempleados. Paralelamente, la líder popular se ha personado en la causa como acusación particular y en su día también presentó una demanda civil contra Método 3 que ratificó hace dos semanas en el juzgado. La juez le concedió la medida cautelar solicitada por la popular y ha prohibido la difusión de la grabación, además de requerir a los detectives que le aporten el libro de clientes para saber quién hizo el encargo de la grabación.

El caso del espionaje ha contribuido a envenenar aún más las difíciles relaciones entre CiU y el PP después de que la líder popular renunciara a la escolta de los Mossos al perder la confianza en el director de ese cuerpo, Manel Prat. La popular le acusa de haber interferido en la investigación de la Policía al reunirse con una periodista poco después de que esta se entrevistara con uno de los detectives el mismo día en que fue detenido.

La investigación se encuentra ahora en su fase inicial y el juez prevé interrogar también a los propietarios del restaurante La Camarga donde se consumó la grabación. La Fiscalía Anticorrupción investiga no solo la presunta escucha ilegal de esa comida, sino también su posible venta y difusión posteriores. Los fiscales han preguntado a las testigos cómo se enteraron de que su conversación había sido grabada. La expareja de Pujol ha explicado que lo supo porque un periodista la llamó para advertirle de que se había “encontrado” la conversación. Según la versión de los detectives detenidos, personas “del entorno del PP” sabían de antemano que se iba a producir la grabación.

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