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El único testigo del crimen

El acusado de matar a tres miembros de su familia en Dos Hermanas acudió a los juzgados a denunciar a sus padres por agresión después de haberlos acuchillado en su domicilio horas antes

Dispositivo policial, la noche del viernes, frente a la casa en la que se cometió el triple crimen.
Dispositivo policial, la noche del viernes, frente a la casa en la que se cometió el triple crimen.PACO PÉREZ

Un edificio con un zócalo de granito gris y ladrillo visto con una puerta rematada por un frontón de estilo clásico. “La fachada parece un panteón”, describe asustada una vecina de Dos Hermanas, en Sevilla. Hace referencia al número 10 de la tranquila calle San José de la localidad nazarena. Lugar donde el pasado jueves 28 de febrero, Luis Miguel Briz Torrico, de 34 años, apuñaló supuestamente a su padre, su madre y su hermana, previsiblemente tras un brote de esquizofrenia, según los indicios recabados. Fue entonces cuando esa casa, en la que vivía su familia, de clase media alta, se convirtió en panteón.

Y allí, yacentes los tres cadáveres, y con signos de haberse defendido de los ataques perpetrados con un cuchillo de cocina, pasaron la noche del jueves al viernes sin ser descubiertos por nadie. Solo Luis Miguel Briz custodió los cuerpos durante horas en silencio y los situó juntos en el suelo del salón del inmueble, según informan fuentes del caso. Hasta que el pasado viernes, a las 19.30, el hombre, que ha estudiado varias carreras en la universidad, se acercó al juzgado de guardia de Dos Hermanas para denunciar a sus padres con la queja de que le habían intentado agredir. No era la primera vez que lo hacía. Ya había presentado anteriores denuncias que culminaban con un archivo absoluto, pues se demostraba que eran falsas.

El hombre comenzó entonces a rellenar una nueva denuncia frente a la funcionaria del Juzgado 3 de Primera Instancia e Instrucción, que ahora lleva el caso. Cuando acabó de completar el documento, la funcionaria se lo selló y escuchó con estupor cómo el denunciante amplió su versión. Procedió a detallarle que él tenía lesiones en su cuerpo porque el día anterior había matado a sus padres en defensa propia. Ante el sorprendente relato, la funcionaria avisó de inmediato a la juez María Elena Pérez para que decidiera al respecto. Fue la magistrada la que llamó rápidamente a la policía. Los agentes procedieron a la inspección del domicilio para cerciorarse de que el testimonio del denunciante era verídico.

Y lo era. Los cadáveres presentaban heridas por arma blanca de mucha intensidad en las zonas superiores de los cuerpos —incluidos los cuellos— sin que ninguno fuese degollado, según describen fuentes del caso. “El hijo se ensañó especialmente con el padre”, detallan fuentes policiales. Y según observaron en la escena del crimen, dada la vestimenta de las víctimas, la policía maneja la hipótesis de que el presunto parricida cometiera los apuñalamientos en habitaciones distintas, lo que impediría que los familiares le hicieran frente juntos. Pudo incluso hacerlo con premeditación, ya que había encargado tres coronas funerarias a una floristería de la zona, según informa Efe.

Luis Miguel Briz tenía antecedentes por agresiones a miembros de su familia, según fuentes del caso. “Era un chico con varias carreras, y seguía estudiando más. Y su hermana era una conocida abogada del turno de oficio del pueblo”, detalla Antonio Morán, concejal de Movilidad y Prevención del Ayuntamiento de Dos Hermanas, que en señal de duelo mostrará dos días las banderas del Consistorio a media asta.

Esta familia, que procedía de Ávila, no tenía más familiares en la población. Y los vecinos de la calle San José, que se mostraban este sábado impresionados con la noticia, coinciden en describirlos como muy reservados, con las puertas de la casa siempre cerradas. “El padre, Donato, trabajó durante 20 años en la industria textil de la zona antes de jubilarse. Era un comerciante y un compañero de profesión ejemplar”, declara José Navarro, dueño de otro establecimiento de confección de ropa. “Muy entregado a su profesión. Solo iba de casa al trabajo y del trabajo a casa, no salía más”.

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La noche del viernes los cadáveres fueron llevados al Instituto Anatómico Forense de Sevilla para realizarles la autopsia, después se trasladarán a Ávila para recibir sepultura, informa Europa Press. Luis Miguel permanecerá en las dependencias policiales de Dos Hermanas hasta el lunes, cuando se prevé que pase a disposición judicial. Ahora, las puertas flanqueadas por granito de la casa-panteón están precintadas.

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