Una avioneta en pruebas estrena las pistas del aeropuerto de Castellón
El ensayo se produce dos años después de que se inaugurara el aeródromo
“No es el único pero sí un hito importante en este largo proceso de certificación que aún le queda". Con estas palabras el director de la empresa pública Aeropuerto de Castellón SL (Aerocas), Juan García Salas, explicaba este lunes el inicio de los vuelos de prueba que deben certificar los sistemas de navegación de la infraestructura. Los ensayos llegan casi dos años después de la inauguración por todo lo alto del aeródromo. La salida de la concesionaria de las obras del proyecto y errores como la insuficiente superficie de la pista de giro han hecho que los trámites se eternicen. Debían realizarse en seis meses y ya han pasado casi dos años.
La avioneta Beechcraft-350 que AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) utiliza para comprobar desde el aire los sistemas de ayuda a la navegación y el espacio aéreo, fue la encargada de estrenar, este lunes, la pista de aterrizaje. Eran las 11.17 minutos de la mañana cuando la avioneta sobrevoló el aeropuerto y, tras una maniobra de acercamiento, se posó en el firme. "Me ha dicho el piloto que la pista es estupenda y está en perfectas condiciones", dijo Salas satisfecho.
El presidente de Aerocas, Carlos Fabra, había avanzado que estas pruebas se desarrollarían entre el 16 y el 23 de febrero, pero sin concretar fecha. Tampoco informó de ello al Consell. El vicepresidente del gobierno valenciano, José Ciscar, dijo este viernes que desconocía estas pruebas. Según Salas, es porque "tiene muchas cosas de que ocuparse". "Nosotros informamos en la última reunión del consejo de administración, no creo que sea trabajo del vicepresidente estar informado de todo esto", dijo. El secretismo de la presidencia de Aerocas ya provocó el enfado del Consell, que tampoco fue informado de las pruebas automovilísticas del equipo de un piloto castellonense a pesar de poseer el 99,99% de la empresa pública.
Los vuelos de calibración se van a prolongar durante toda esta semana
Los vuelos de calibración se van a prolongar durante toda esta semana y tienen un coste de 125.000 euros.
Desde primera hora de la mañana de este lunes, horas antes del aterrizaje, la entrada del aeropuerto ya estaba flanqueada por la Guardia Civil. Los técnicos de AENA fueron llegando escalonadamente. Así como el personal de Aerocas, que ya allí y ante el despliegue mediático confirmaron que la avioneta estaba en Manises, a la espera de recibir la orden de volar. Muy llamativa fue la llegada de Salas. "Casi ni lo he visto", dijo el agente de seguridad después de que el director del aeropuerto entrara en el recinto a toda velocidad y derrapando.
La noticia de que un avión estaba volando en el aeropuerto se propagó rápidamente. "Venía por la carretera y al escucharlo por la radio me he acercado a verlo", decía Antonio Barreda, un vecino de Vall d'Alba que defendió la obra: "¿Qué sentido tiene el aeropuerto de Reus? Nosotros tenemos turismo y azulejo".
Las pruebas no implican que el aeropuerto se vaya a abrir pronto
Las pruebas de calibración no implican que el aeropuerto se vaya a abrir próximamente. Un ejemplo es el aeropuerto internacional de Corvera, en Murcia. Allí los ensayos se hicieron el pasado año pero la instalación todavía no se ha abierto. "Esperemos que para el verano podamos tenerlo certificado", insistió Salas.
El aeropuerto se inauguró por el expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, y el expresidente valenciano, Francisco Camps, meses antes de iniciar el proceso para la autorización de los vuelos. El motivo de esta precipitada inauguración lo explicó el propio Carlos Fabra: "Cuando lo inauguramos tenía mucho de mediático de cara a las elecciones autonómicas (…). No iba a dejar pasar la oportunidad de hacer visible a los ciudadanos un aeropuerto que ha costado ocho veces menos que el de Ciudad Real".
Estas ganas por querer sacar rédito electoral cuando no habían terminado las obras, y ni tan siquiera iniciado el proceso de autorización, ha sido determinante para que el aeródromo se haya ganado el apellido de 'sin aviones'.
