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Las cuatro hermanas de Arco

Llega la semana del arte. La oferta de la gran cita se enriquece con otras ferias. Art Madrid, JustMad, Flecha, Häälphoto. Elija su perfil

Silvia Hernando
Javier Duero es uno de los directores de JustMad.
Javier Duero es uno de los directores de JustMad.ÁLVARO GARCÍA

Un ARCO, sin su Flecha, tendría poca función. Lo mismo que sin su JustMad, su ArtMadrid o su Jäälphoto. Esa es la convicción de los responsables de las ferias de arte que se celebran estos días en paralelo al acontecimiento estrella de la creación contemporánea en España. Práctica habitual en otros países, la proliferación de estos satélites comienza a crear poso aquí en la actualidad: mientras que Jäälphoto arranca su andadura este año, JustMad celebra su cuarta edición, ArtMadrid la octava y Flecha, la decana, la vigésimosegunda. Cada una con su estilo y medios, buscan aprovechar el tirón de ARCO -que cada año desde hace 32 atrae a la capital a miles de coleccionistas, galeristas, críticos y otros profesionales, además de público general-, y a la vez aportar alternativas que enriquezcan el mercado y den cabida a un mayor número de propuestas.

Ya desde su gestación en 2005, ArtMadrid (del 13 al 17 de febrero) se planteó como una cita en la línea de ARCO, con la que coincide en fechas. Un proyecto en el limbo entre la complementariedad y la competencia. “Es diferente porque su objetivo principal es la promoción de los artistas y galerías españoles”, señala Gema Lazcano, la directora. Pero es similar en el sentido de que se convoca a una serie de galerías concebidas en su sentido tradicional –40 este 2013- que disponen de stands en un recinto donde exponen y comercializan obra, y que ha cambiado del Pabellón de Cristal de la Casa de Campo al ático de la estación de Chamartín. Puesto que ARCO lleva años embarcada en un viaje rumbo al extranjero (que en 2013 le ha llevado a que un 60% de los 201 participantes sean de fuera), la coyuntura de repescar y dar una segunda oportunidad a los espacios nacionales que han ido quedándose sin su hueco en la feria principal parecía manifiesta.

José Luis Aguirre, director de la feria Flecha.
José Luis Aguirre, director de la feria Flecha.Á. G.

“Esta edición hemos introducido cambios, porque hemos querido tener en cuenta que hay menos dinero, pero sigue existiendo la necesidad de mostrar las obras”, añade Lazcano. Su aportación en ese terreno: doblar la convocatoria, que ahora se celebrará tanto en febrero como en noviembre, otro mes de explosión plástica, en el que también tienen lugar Estampa o Room Art Fair. A ocho euros la entrada, dos menos que en 2012 y 32 menos que ARCO, ArtMadrid quiere atraer a todo tipo de visitantes, profesionales o no. De media, recibe entre 30 y 40.000. Y aunque la aportación de la taquilla es meramente “simbólica”, como señala Lazcano “una feria sin público no es nada”. Las galerías también pagan menos este año, 150 euros por el metro cuadrado de stand frente a los 210 de antes, una rebaja que ha propiciado el cambio de ubicación. Lo que traen abre un amplio abanico de posibilidades de venta, con piezas que pueden datar desde las vanguardias a la creación actual: “De un solo vistazo, puedes ver los últimos 30 años del arte en España”.

Javier Duero, director de JustMad.
Javier Duero, director de JustMad.Á. G.

JustMad (del 14 al 17 de febrero), con unos 50 expositores, se ha aferrado a otra vía, la de la rabiosa modernidad. “Tenemos dos tipos de galerías, las que son muy jóvenes y las que están establecidas pero entienden que nuestra feria funciona como una incubadora, porque participar en JustMad es hacer escuela”, apunta el director, Javier Duero. “Y además, lo que mostramos no son solo galerías en sí, sino también cooperativas de artistas, galerías que no tienen un local fijo y espacios autogestionados”. Al general, han sumado en esta convocatoria los programas My First Just y Just Framed, enfocados respectivamente a las galerías novísimas y a los espacios alternativos de producción en pequeño formato, siempre bajo la enseña de la calidad. Mientras que los primeros pagan 5.500 euros por el stand, los segundos desembolsan una media de 2.500 y los últimos, 500. “Dado el nivel de dificultad actual, hacemos recomendaciones a las galerías tanto desde el punto de vista curatorial como del de los precios de las obras que se venden”.

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Gema Lezcano, directora de Art Madrid.
Gema Lezcano, directora de Art Madrid. Á. G.

Con sede en el garaje del vanguardista Hotel Silken Puerta de América, JustMad se presenta como una feria plenamente consciente de su calidad de complementaria. Dado que ARCO está haciendo cada vez mayor hincapié en el arte actual, ellos ejercitan el músculo para hacerse tan elásticos como les sea posible: “Tenemos una estructura que podemos ir cambiando y vinculando a diferentes proyectos y espacios, incluso segmentos de precios de las obras”. El de su entrada: ocho euros. “Nos interesa tanto el público especializado como el generalista. Es casi una obligación en un contexto así abrirnos a quien tenga esa curiosidad”.

Álvaro Vargas y Javier Felices, directores de Häälphoto.
Álvaro Vargas y Javier Felices, directores de Häälphoto.Á. G.

Frente a la vocación hacia lo español de Art Madrid y a lo emergente de JustMad, la recién nacida Jäälphoto (del 14 al 16 de febrero) ha construido su nicho en la especialización en la fotografía. Creada por los organizadores de Room Art Fair, Javier Felices y Álvaro Vargas, sigue su misma línea: se monta en un hotel, el Chic&Basic Mayerling, del que ocuparán 20 habitaciones, y está dirigida a los coleccionistas y aficionados más jóvenes, con piezas entre los 100 y los 2.000 euros. “Nuestro público no tiene nada que ver con el de ARCO o ArtMadrid”, explica Felices, “ya que somos una feria hecha para galerías emergentes que no tienen acceso a ellas”. Para los expositores la tarifa es también asequible, 700 euros, mientras que la entrada al público son tres euros. “Este es el momento justo para sacar una feria como esta”, cree Felices, “porque con la crisis, no hay espacio para ferias de lujo”.

El largo periplo de un Miró

Tras un periplo de casi ocho décadas, regresa al mercado una joya que se podrá ver —y comprar— en ArtMadrid: el dibujo de Joan Miró Hommage de sympathie. Realizado a lápiz sobre cartón y datado en 1937, el artista catalán pudo haberlo creado como trabajo preparatorio para el cartel Aidez l'Espagne, un encargo para la exposición del Pabellón de la República Española de la Exposición Universal de París de aquel año. Dedicada a la historiadora del arte Janice Loeb, la pieza, que figura en el catálogo razonado del artista, fue donada por esta al MoMA de Nueva York con otro óleo sobre cartón adherido en el anverso. El museo vendió ambas obras a una galería, que las despegó y las comercializó por separado. En 1973, Hommage de sympathie fue adquirido por un particular, un coleccionista barcelonés que lo ha conservado hasta hoy, cuando ha sido recuperado por el galerista Marc Calzada. ¿El precio de poner punto y final a su viaje? 210.000 euros.

Complementar lo complementario

Junto a sus programas expositivos generales, las ferias están generando apartados y proyectos que les añadan valor, ya sea desde la educación, las prácticas alternativas o el reconocimiento a través de galardones.

JustMad cuenta así con varias secciones dedicadas a la formación de profesionales, diferentes premios a la creatividad emergente en las más variadas disciplinas y propuestas de comisariado. ArtMadrid ha recuperado su espacio llamado One Project, con proyectos individuales de jóvenes artistas, y Flecha otorga dos premios entre sus expositores, concedidos por la votación de sus compañeros.

Las ferias JustMad y Jäälphoto han sumado además a sus filas a blogueros que amplificarán el ruido de sus ferias en las redes sociales, una tendencia en la que ARCO también participa.

Poco tiene que ver Flecha (del 7 de febrero al 3 de marzo) con el resto de proyectos: de entrada, porque su salón de exposiciones se encuentra en un centro comercial –el Arturo Soria Plaza, que se corre a cargo de las facturas- y además, porque los exhibidores no son galerías, sino artistas a título individual que no desembolsan nada por mostrar sus piezas, que ponen a la venta por unos 300 euros de media. Al estar situados en un entorno que de por sí recibe entre 12.000 y 14.000 visitantes diarios, una importante parte del trabajo de captación de público ya les viene dada. De acuerdo a sus estimaciones, el centro comercial registra de media durante los días de la feria una afluencia de entre tres y 4.000 personas más, que cabe deducir lo visitan exclusivamente por el interés artístico, espoleado por la convergencia con las otras ferias y/o por la gratuidad de la entrada. “Nosotros lo que queremos todo”, reconoce el responsable, José Luis Aguirre, “el público que viene al centro comercial y el de ARCO”.

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Sobre la firma

Silvia Hernando
Redactora en BABELIA, especializada en temas culturales. Antes de llegar al suplemento pasó por la sección de Cultura y El País Semanal. Previamente trabajó en InfoLibre. Estudió Historia del Arte y Traducción e Interpretación en la Universidad de Salamanca y tiene dos másteres: uno en Mercado del Arte y el otro en Periodismo (UAM/EL PAÍS).

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