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Hacienda recupera el embrión del ‘banco vasco’ que paralizó López

El Instituto de Finanzas coordinará la política crediticia, deuda y avales

Pedro Gorospe
El consejero de Hacienda y Finanzas, Ricardo Gatzagaetxebarria junto al portavoz del PNV, Joseba Egibar.
El consejero de Hacienda y Finanzas, Ricardo Gatzagaetxebarria junto al portavoz del PNV, Joseba Egibar. Pradip J. Phanse

Era un proyecto del PNV y han tenido que pasar cuatro años de legislatura socialista para que otro nacionalista lo saque del cajón. El Instituto Vasco de Finanzas, creado por el lehendakari Juan José Ibarretxe en el penúltimo de sus presupuestos, el de 2008, a través de una disposición adicional, volverá a ver la luz y tendrá estructura y funciones a lo largo de esta legislatura, aunque como un mero gestor de deuda y avales. Posiblemente no estará plenamente operativo en 2013, si el departamento que dirige Ricardo Gatzagaetxebarria es fiel a sus propias directrices presupuestarias, en las que rechaza incurrir en gastos en ninguna sociedad, organismo o ente público.

Aunque el Instituto ya tiene incluso Estatutos aprobados en un Consejo de Gobierno de diciembre de 2008, necesitaría en torno a 80 millones para redondear su estructura. El actual Gobierno de Iñigo Urkullu confirmó ayer que cuenta con ese órgano para coordinar las finanzas públicas y asesorar al Ejecutivo. En cualquier caso unas funciones a años luz de las que se atribuían en el proyecto de Banco Público Vasco que formó parte de numerosos programas electorales del PNV y que llegó a figurar incluso en el programa de Gobierno de 2005, aunque ya con forma de instituto.

De hecho, se aprobó el 29 de diciembre de 2007, en el último pleno del año, el de los presupuestos para 2008 todavía más rebajado de contenido, y gracias al apoyo de los socialistas que entonces lo concibieron como un elemento de “coordinación del desbarajuste de organismos y empresas públicas que dependían del Ejecutivo”. El propio Gatzagaetxebarria, que era entonces portavoz para temas económicos del PNV tomo la palabra para responder a quienes les acusaban de crear un banco público. “No va a ser un banco”, dijo entonces Gatzagaetxebarria, “va a ser un instrumento de coordinación financiera”.

Víspera de Navidad

El último Gobierno de Juan José Ibarretxe aprobó los estatutos del Instituto Vasco de Finanzas en vísperas de la Navidad de 2008. En ese acuerdo figura que la forma jurídica es la de un ente público de derecho privado adscrito al departamento de Economía y Hacienda que ahora se denomina Hacienda y Finanzas. Entonces aprobaron que su sede estaría en Bilbao y que contaría con un director general y 10 empleados que podrían ser o bien funcionarios transferidos o bien contratados laborales, de ahí la dotación de 80 millones. En los estatutos se precisa que el Consejo de Administración estará formado por un presidente que sería el titular de Hacienda y Finanzas, junto a cuatro vocales con rango de viceconsejero. Tres los iba a nombrar Hacienda y el cuarto, Industria. Además, tendrá un secretario y un director general. El organigrama se completa con el consejo asesor que estará formado por seis vocales, nombrados por los departamentos de Hacienda, Industria, Vivienda, Agricultura y Cultura, y dos elegidos entre profesionales de prestigio del mundo empresarial y universitario en cuestiones económicas. El cargo estaba previsto para un periodo de cuatro años y no será remunerado.

Aquel mismo día Íñigo Urkullu abandonó su escaño para dedicarse al PNV como presidente. En 2007, Idoia Zenarruzabeitia que era quien estaba al frente de Hacienda quería configurar jurídicamente el instituto como un ente público de derecho privado, atribuirle funciones crediticias —dependientes del presupuesto anual— y darle la función adicional de asesoramiento financiero al Gobierno. Sin embargo, en 2008 Ibarretxe no movió un dedo para crearlo. Sólo cuando vio que su grupo podía abandonar Ajuria Enea se apresuró a dotarlo con 80 millones y de un diseño para diez empleados. Su gabinete aprobó los estatutos, funciones y estructura en un consejo de Gobierno de diciembre de 2008.

De hecho, Patxi López se encontró con que el PNV estaba desarrollando esa estructura, a todo correr, en pleno periodo electoral. El proceso de selección de personal fue contratado a una empresa privada por el Gobierno saliente el 17 de marzo, después de las elecciones del 1-M, cuando el PSE iba a sustituir al PNV gracias al pacto que estaba negociando con el Partido Popular.

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Después de casi cuatro años en el cajón, el Gobierno de Iñigo Urkullu va a recuperar el proyecto pero en una Euskadi radicalmente diferente de la de 2009, no sólo en lo económico, sino también en materia financiera, política y por supuesto en una Euskadi sin ETA. Lo que parecía imposible sucedió en 2011, y las tres cajas vascas, que —junto a Caja Laboral— gestionan el 80% de los fondos públicos ahora están fusionadas y han entregado sus activos a Kutxabank, —que controla el PNV—, en el marco de un proceso de reestructuración del sistema financiero español.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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