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Las víctimas de Euskadi aplazan su congreso en una tensa asamblea

Unas 200 nuevas solicitudes complican elaborar el censo

Pedro Gorospe

Las víctimas del terrorismo en el País Vasco no acaban de encontrar la paz en su propia asociación. La asamblea convocada hoy por la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, en San Sebastián, para elegir a la nueva dirección entre las dos plataformas enfrentadas, ha acabado con un acuerdo de mínimos para aplazar las votaciones sin fecha fija.

Consuelo Ordóñez, la hermana de Gregorio, el político del PP, asesinado por ETA el 23 de enero de 1995, ha argumentado la dificultad que estaba teniendo para elaborar un censo con garantías debido a la “gran cantidad de nuevas solicitudes de incorporación”.

De hecho, las nuevas demandas se acercan a 200, de una asociación con unos 400 integrantes. La nueva legislación redefine el concepto de víctima y lo amplía a las personas amenazadas, pero que lo puedan acreditar con una sentencia judicial, y eso ha hecho que las peticiones se disparen. Pero verificar si los solicitantes se ajustan al nuevo perfil legal no es tarea fácil, ha aceptado su contrincante Jorge Mota.

Los asistentes no se explican para qué fueron convocados

Para llegar a ese pacto de conveniencia, las dos partes han invertido más de dos horas de gritos, abucheos y en ocasiones hasta insultos. En la batalla, que prácticamente se circunscribe a los diez miembros de la junta directiva divididos en dos grupos de cinco, los más activos han sido quienes encabezan cada una de las listas que concurren a la renovación.

Una de las candidaturas la dirige la actual presidenta, Consuelo Ordóñez, junto a Antonio Recio y Rubén Múgica, entre otros, y enfrente están Jorge Mota —hermano del funcionario de prisiones Ángel Mota, asesinado en 1990— y Pilar Elías —viuda de Ramón Baglietto, político de UCD asesinado en 1980.

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Este último sector quiere poner fin a lo que considera “abusos” del equipo de Ordóñez al asumir gastos excesivos en la dirección de la asociación, además de tomar posición política y pedir el voto para UPyD en las pasadas elecciones vascas. Ordóñez, por su parte, acusa a sus oponentes de bloquear todas sus iniciativas.

“Hemos pactado retrasar las votaciones hasta que podamos verificar todas y cada una” de las solicitudes, ha asegurado Ordóñez en Radio Nacional. Para Jorge Mota, se trata de poner un poco de cordura en la ya difícil relación entre los diez miembros de la junta que ahora pugna por el control de la asociación. “Hemos decidido aplazarlo por el bien del colectivo, es mejor esperar a que todo se aclare y después la masa social ya decidirá lo que mejor le parece”, ha apuntado Mota a EL PAÍS. Los asistentes a la asamblea no se explicaban por qué les habían convocado si no se iba a votar nada.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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