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aeropuerto de foronda

Vitoria se lía declarando persona ‘non grata’ a la ministra Ana Pastor

Ambiente de confusión durante un debate plenario sobre el futuro del aeropuerto de Foronda

Protestas de los trabajadores de Foronda por el cierre de la instalación aeroportuaria.
Protestas de los trabajadores de Foronda por el cierre de la instalación aeroportuaria.l. rico

Surrealismo vitoriano en su máximo exponente. La gestión de uno de los pocos miembros del Gobierno central que se han acercado a la capital vasca, Ana Pastor, fue el motivo de un auténtico lío en el Ayuntamiento de Vitoria, en el que la ministra de Fomento fue declarada persona non grata para la ciudad por espacio de horas.

Las decisiones de su ministerio en torno al aeropuerto de Foronda hicieron que un debate plenario planteado por el PSE acabara con toda la oposición —socialistas, PNV y Bildu— votando a favor de un acuerdo presentado in voce para que Pastor fuese una persona no deseada para Vitoria. Todo porque Bildu, en su enmienda al texto socialista, pedía que la ministra fuera reprobada por todos los grupos, pero la concejal del PSE Maite Berrocal matizó que no era posible hacerlo. En todo caso, explicó, se le podría declarar persona non grata. Dicho y hecho, el lío estaba montado. “Póngame el segundo de la lista”, urgió desde Bildu Antxon Belakortu. Con los votos a favor de PNV, PSE y Bildu y los del PP en contra, la declaración fue aprobada y Pastor se convirtió, por el breve espacio de dos horas, en persona non grata para la ciudad —lo que no tiene efectos prácticos—.

Minutos después, el alcalde, Javier Maroto, convocó una Junta de Portavoces para anunciar un pleno extraordinario para las dos del mediodía en el que se anularía la declaración. ¿Qué declaración? El portavoz del PNV, Gorka Urtaran, aseguró que su grupo había votado la reprobación, no declarar a Pastor persona non grata. Sea como fuere, al pleno, que duró minuto y medio, solo acudieron los representantes del PP. Allí, la secretaria general aseguró que en el acta no se había recogido dicha declaración. Pese a asumir la tesis de que la declaración no existía, Maroto insistió en votar su anulación.

Cruce de opiniones, voluntades encontradas y desconocimiento de qué se estaba tratando

Resultado: mil chanzas en las conversaciones de cafetería y en las redes sociales, y una nueva iniciativa de Bildu contra Pastor.

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