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ENTREVISTA | JOSÉ IGNACIO PARIENTE

“Aunque sean gratuitas, las redes tienen un precio”

El nuevo director de la Agencia vasca de Protección de Datos dice que una negativa identidad digital puede tener efectos nocivos para la búsqueda de empleo

José Ignacio Pariente.
José Ignacio Pariente.l. rico

El nuevo director de la Agencia vasca de Protección de Datos, José Ignacio Pariente (San Sebastián, 1968) advierte de que una negativa identidad digital puede tener efectos nocivos para la búsqueda de empleo. El lunes se celebra el día de la protección de datos.

Pregunta. ¿Las quejas que reciben se corresponden con los ámbitos en los que más se quebranta la protección de datos?

Respuesta. En las denuncias contra las administraciones, en las que somos competentes, son casos puntuales en los que un funcionario ha actuado mal. En el ámbito de privado, que queda en manos de la agencia española, recibimos muchas consultas relacionadas con tecnología, grandes buscadores, redes sociales… Utilizamos la tecnología de una forma excesivamente alegre y, cuando surge el problema, tenemos una impotencia absoluta porque las empresas están en el extranjero y no podemos actuar. Aunque sean gratuitas, las redes tienen un precio: nos prestan un servicio a cambio de datos personales, incluso nuestra ubicación si tenemos activado el geolocalizador del móvil, y, si te descuidas, también compramos productos que ofrecen de forma subliminal.

P. ¿Han observado un incremento de las quejas en este área?

"Tenemos herramientas digitales que realmente no sabemos utilizar"

R. La agencia española registró un incremento de las denuncias de un 50% en 2011 y nuestras consultas han crecido muchísimo. La ciudadanía está valorando la privacidad.

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P. ¿Pero somos realmente conscientes de que se vulneran nuestros derechos?

R. No, y ese es el problema. Tenemos herramientas digitales que realmente no sabemos utilizar. Hay que molestarse por aprender y pensárselo varias veces antes de dar los datos.

P. ¿Qué va por delante, la ley o la trampa?

R. La legislación española es de las más modernas y protectoras de Europa. Pero la tecnología ha avanzado tanto que la ley se está quedando algo obsoleta: compramos online y, sin saberlo, damos nuestros datos a empresas de Corea. Eso nos crea tensiones en el ámbito internacional. La UE prepara una norma única para Europa para resolverlo.

P. ¿Es uno rehén de sus perfiles en Facebook o Tuenti?

R. Sí. Pero no solo de las redes. Tenemos una identidad digital que construimos con fotos de un día que salimos, pero también con las multas que no pagamos y se publican en un boletín oficial. Esa identidad a veces hace que podamos perder oportunidades profesionales en el futuro.

P. No le veo en las redes.

R. Tengo poca presencia en ellas por ese miedo.

P. En Whatsapp. ¿Quién almacena nuestra conversación?

R. La empresa de esa aplicación fue creada por dos adolescentes en Norteamérica. Dicen que garantizan la privacidad, pero son opacos, no sabemos cómo lo hacen. El usuario tiene un contrato con ellos, que no lee, claro.

P. ¿Se deben hacer públicos los datos de la amnistía fiscal?

R. Solo si la ley que otorga la amnistía fiscal habilita una publicidad de esos datos, o si los afectados lo consienten.

P. En el congreso del PSE hay una propuesta de crear una lista Lagarde, con defraudadores.

R. Más de lo mismo: sin previsión legal, imposible.

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