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“Media clase se vino abajo, pero como caímos de pie, nos salvamos”

El resto de los alumnos pensó que trataba de un simulacro de emergencias

Joel, uno de los alumnos del colegio Hispanidad de Santa Pola, tras el siniestro.
Joel, uno de los alumnos del colegio Hispanidad de Santa Pola, tras el siniestro.Pepe Olivares

“Algunos no habíamos sacado ni los libros de la mochila, cuando hemos oído un ruido muy fuerte y el suelo se ha venido abajo”, narra todavía asustado Joel, un alumno de 9 años del colegio la Hispanidad de Santa Pola donde, pasados pocos minutos de las nueve de la mañana, el suelo de un aula de cuarto curso de Primaria se desplomaba. Los 19 alumnos y la profesora cayeron a una fosa, de unos 35 metros cuadrados, y más de metro y medio de profundidad. “No podíamos salir, llegaron otros profesores que nos ayudaron”, admite Joel.

Hace algo más de dos horas que ha vivido la mayor experiencia de su vida. “Se ha venido media clase abajo, pero como hemos caído de pie, nos salvamos y no nos hemos hecho mucho daño”, relata este alumno. Los estudiantes se preparaban para la clase de Matemáticas, cuando inesperadamente, y en unos pocos segundos, el suelo del aula se vino abajo. “Me he puesto a llorar, he pasado mucho miedo y pensaba que a mamá ya no la iba a ver nunca más”, asegura Joel. El alumno regresa del centro de salud de Santa Pola, acompañado de sus padres, donde los médicos le atendieron de las contusiones y rasguños que presentaba en espalda, y piernas. “Si me duele mucho me han dicho que vuelva al médico”.

La madre del menor acudió con su hijo a recoger la mochila y los objetos personales al colegio, y a interesarse por el estado de los compañeros. “Se les apareció un ángel a cada uno de ellos, hubiera podido ser mucho peor, no quiero ni pensarlo”, reconoce. Su hijo resume gráficamente que para él ha sido “un mega susto”. Y agrega: “No entraré al colegio hasta que me aseguren que está arreglado”. La profesora de Matemáticas, Estrella, también sucumbió y cayó al foso junto con los alumnos. Según fuentes municipales la docente sufrió un ataque de ansiedad y también fue atendida en el Hospital de Elche.

La noticia del desplome del suelo del colegio público corrió como la pólvora. En la zona conviven tres centros educativos diferentes, por lo que la noticia del derrumbe generó confusión y provocó que muchas madres acudieran asustadas a comprobar el estado de sus hijos.

Mabel Pareja, otra alumna de 9 años, sufrió un esguince en el pie izquierdo como consecuencia de la caída. “Acabábamos de bajar las sillas de los pupitres, he visto una cortina de humo, un ruido fuerte y de repente estábamos todos en el subsuelo rodeadas de sillas, mesas y escombros”, relataba todavía asustada.

La presidenta del AMPA (Asociación de Madres y Padres) del centro Maribel López, madre de esta niña afectada, resumió gráficamente que el ruido que escucharon los alumnos fue como una “bomba”. Las madres y padres coinciden en que el centro era muy antiguo pero jamás pensaron que se podía producir un incidente de estas características. “Ha sido horrible, si llega a ser el techo estaríamos hablando de muertos”, comentaba un grupo de madres. A los pocos metros, Kevin, Iban y Alí, de 12 años, tres alumnos de este colegio reconocían que el centro “tiene más años que mi madre, es muy antiguo”, admite uno de ellos. Los escolares acababan de empezar su jornada lectiva cuando sonaron las alarmas y salieron todos al patio. "Parecía un simulacro, hicimos uno antes de Navidad, y pensamos que era otro", agrega otro. El alcalde, Miguel Zaragoza, también admitió que “afortunadamente” alumnos y profesores realizan simulacros de emergencia con cierta frecuencia y todos han “reaccionado profesionalmente”.

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