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El PP aprueba más sacrificios en las cuentas del Consell para 2013

El objetivo de déficit del 0,7% obliga a nuevos recortes La renuncia de Vela y la remodelación marcan el debate en Cortes

Fabra entra al hemiciclo de las Cortes acompañado de su equipo económico.
Fabra entra al hemiciclo de las Cortes acompañado de su equipo económico.MÓNICA TORRES

El PP sacó ayer adelante, a trancas y barrancas, los presupuestos de la Generalitat más difíciles de su historia. Los de 2013.

Difíciles porque los 13.940 millones de euros presupuestados para el próximo ejercicio vienen marcados por la exigencia de no superar el 0,7% del Producto Interior Bruto (PIB) regional. Una exigencia que, en la práctica, supone nuevos recortes —que también afectarán a las áreas de sanidad, educación y bienestar social— por un importe superior a los 1.000 millones de euros adicionales respecto a lo que se podía gastar este año.

Y eso, bien lo saben en el Consell, supone llegar al hueso. Ya no se trata de eliminar la grasa sobrante de la Administración valenciana, sino de reducir la cartera de servicios.

Difíciles porque desde que se presentó el proyecto de ley de Presupuestos de la Generalitat de 2013 ha dimitido el consejero de Hacienda que los defendió en las Cortes, José Manuel Vela, imputado por un caso de revelación de secretos —supuestamente por filtrar un informe reclamado por el juzgado al exconsejero Rafael Blasco, imputado en el caso Cooperación—. Y porque para intentar frenar la caída en barrena de la imagen del Consell, el presidente Alberto Fabra ha remodelado el Gobierno de tal manera que las partidas de gasto previstas en las cuentas de 2013 ya no se corresponden con la realidad administrativa.

Torres (PSPV): “Por responsabilidad hemos participado en esta farsa”

Todo ello aderezado con un nuevo baile de sillas en la bancada popular provocado por la condena por corrupción y dimisión del diputado y exalcalde de Torrevieja Pedro Hernández Mateo y por la pérdida de galones de la exconsejera de Agricultura Maritina Hernández, ahora diputada rasa.

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Puede que todo ello explique que, tras cuatro días de debate en pleno, el PP recurriese ayer a su mayoría absoluta para sacar adelante un proyecto de ley que solo ha incluido dos de las 2.728 enmiendas presentadas por el PSPV, Compromís y Esquerra Unida. Puede que todo ello explique la presentación de una enmienda por parte del propio PP para adecuar los presupuestos a la nueva configuración del Consell. Y hasta puede que ello explique por qué, cuando todavía no se había levantado la sesión, la mayoría de los diputados ya había recogido sus cosas y se ponían a punto para salir como cohetes en cuanto sonase el timbre.

Lo que no se explica es cómo puede el Consell haber aprobado unas cuentas para el año que viene, sin haber resuelto todavía cómo afrontar los pagos urgentes de lo que queda de año.

¿Cuánto dinero le hace falta al Consell para poder acabar el año? “Prefiero no pronunciarme en este momento”, respondió el consejero de Hacienda, Juan Carlos Moragues, en los pasillos de las Cortes.

Compromís critica que no se debata sobre ingresos y EU habla de falsedad

La evasiva revela la desazón de un Consell pendiente de que el Ministerio de Hacienda transfiera entre 400 y 500 millones, que tendrían que haber llegado del Fondo de Liquidez Autonómico de 2012, para poder afrontar sus compromisos ineludibles antes de que termine el año. Y también la prudencia de la que hicieron gala el presidente de la Generalitat y su equipo económico —Moragues, el vicepresidente José Ciscar y el consejero de Economía, Máximo Buch— tras reunirse a media mañana en las Cortes antes de entrar en el hemiciclo para votar las cuentas de 2013.

“Por responsabilidad hemos participado en este debate, una farsa de cuatro días, que merecía que hubiésemos abandonado la discusión”, argumentó el portavoz socialista, Antonio Torres, que lamentó la ausencia del Consell en las discusiones y, sobre todo, que Fabra no haya explicado a la Cámara la remodelación y los consejeros (hay tres nuevos) sus proyectos.

Mireia Mollà, de Compromís, acusó al Consell de no afrontar el debate de los ingresos como una cuestión prioritaria y de perder cualquier tipo de empatía con quienes sufren la crisis. “Los 1.300 millones presupuestados para pagar deuda se han convertido en la tercera consejería”, sentenció.

La portavoz de Esquerra Unida, Marga Sanz, vaticinó: “Son unos presupuestos rematadamente falsos. No serán los que se ejecuten”. Sanz recordó que el Consell apenas tardó 15 días en cambiar los presupuestos de 2012 aprobados por las Cortes \[con un decreto que, entre otras medidas recortó los salarios a los empleados públicos\] y que los de 2013 se tendrían que haber retirado.

Desde la bancada popular, su portavoz, Jorge Bellver, justificó las cuentas como “las únicas viables”. “Sacrificamos partidas de inversión para mantener la educación y la sanidad”, indicó Bellver, que justificó la poca permeabilidad de los populares a las enmiendas porque en Asturias y Andalucía no le han aprobado al PP ni una sola modificación. “Nosotros apostamos por la cultura del incentivo, ustedes por el intervencionismo”, indicó.

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