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Feijóo admite unos datos del paro “malos sin paliativos”

Feijóo ofreció cambiar la parte del decreto del gallego que invalidó el TSXG si el Bloque avala el resto del texto

A la misma hora que Rajoy lamentaba en el Congreso el “ritmo desesperadamente lento de la Unión Europea” para contrarrestar la crisis, en el Parlamento gallego, Alberto Núñez Feijóo, intentaba escapar de su propia sesión de control culpando del paro en Galicia a la situación de España que lastra la recuperación económica. AGE y PSdeG reprocharon ayer al presidente que en su primer mandato Galicia sumó 65.000 parados y según todos los cálculos trapasará la barrera de los 300.000 el año próximo. Cosas de la crisis, uno puede revalidar y amplíar la mayoría absoluta pero los problemas siguen ahí: en noviembre Galicia superó su record de parados, 276.536, que quedará viejo de nuevo en diciembre.

Se lo reprochó el líder socialista, Pachi Vázquez, y con mayor dramatismo, la portavoz de AGE, Yolanda Díaz, debutante ayer en las preguntas al presidente. “¿Duerme usted por las noches? ¿tiene conciencia? ¿No cree que debe pedir disculpas? Debería poner su cargo a disposición si lo que propone es que sea la oposición la que le aporte soluciones”, dijo Díaz cuando el presidente le preguntó por sus recetas. “Ya lo hice, lo puse a disposición hace 60 días y los gallegos me mandaron seguir”, replicó Feijóo que intentó culpar a Izquierda Unida del 35% de paro que hay en Andalucía, donde gobierna desde primavera. Desde su escaño Beiras recordó que quien manda en Galicia es el PP y fue apercibido por la presidenta Pilar Rojo

Bronca sesión de control

La bronca continuó cuando el diputado de AGE David Fernández, en paro hasta las elecciones, llamó “delincuentes” dirigiéndose a los bancos del PP. Rojo amenazó con expulsarlo. Tras admitir que “los datos del paro son malos sin paliativos”, el presidente buscó la interlocución del dirigente socialista para poder llegar a acuerdos y replicó a Díaz que si le preocupa el empleo debe apoyar la polémica mina de Corcoesto que según sus cuentas dará trabajo a 1.400 personas.

En su turno el portavoz parlamentario del BNG, Francisco Jorquera, preguntó al presidente si piensa mantener el decreto del gallego que sigue acumulando varapalos judiciales. Feijóo se ofreció entonces a cambiar la consulta vinculante a los padres que invalidó el Tribunal Superior si el Bloque avala el resto del texto. Jorquera le hizo ver que fue el PP el que rompió el consenso lingüístico y pidio la derogación de la norma.

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