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Encierro en el hospital General de Valencia en contra de las privatizaciones

Los empleados del centro recelan del nuevo consejero de sanidad, un gestor del sector privado También rechazan el nuevo modelo de gestión compartida que impulsa la Generalitat La protesta "en defensa de la sanidad pública" se extenderá durante dos días

Trabajadores del Hospital General de Valencia durante la asamblea en la que se ha aprobado el encierro.
Trabajadores del Hospital General de Valencia durante la asamblea en la que se ha aprobado el encierro.

Los trabajadores del Hospital General de Valencia han recibido el nombramiento de Manuel Llombart como nuevo consejero de Sanidad con un encierro en el salón de actos en respuesta a las intenciones de la Generalitat de profundizar en el camino de la privatización de la gestión sanitaria. "Se abre el camino para que en hospitales públicos se potencie la medicina privada", señala el comité de empresa del centro hospitalario en un comunicado.

"No nos da buenas sensaciones que el consejero sea un gestor de la sanidad privada", explica a este diario Tomás Aparicio, presidente del comité de empresa del hospital, en referencia a la toma de posesión como máximo responsable de la sanidad pública de Manuel Llombart, procedente del Instituto Valenciano de Oncología (IVO), una fundación privada cuya principal fuente de ingresos es la atención de pacientes remitidos desde la red pública.

La protesta se ha convocado de forma espontánea en la asamblea de trabajadores celebrada la mañana de este lunes y está previsto que dure dos días. Los empleados del hospital recelan del nuevo modelo de gestión que impulsa la Generalitat y que pretende concentrar en pocas manos los servicios no sanitarios.

Esta fórmula se pretende extender a toda la red sanitaria, pero podría afectar de forma distinta a los 2.500 trabajadores del Hospital General de Valencia, como ellos mismos temen. Dada su distinta naturaleza -un consorcio participado por la Diputación de Valencia y la Generalitat- sus empleados no tienen el mismo régimen laboral que sus compañeros del resto de los centros públicos (funcionarios estatutarios), sino que cuentan con contratos laborales.

Pese a que la nueva fórmula de gestión que impulsa el Gobierno valenciano (bautizada como de gestión compartida) deja al margen la parcela sanitaria, que no se externalizaría, los trabajadores del centro sanitario valenciano se sienten amenazados y se encuentran más vulnerables que sus compañeros por su distinta relación laboral. "Nos podrían tirar bajo las condiciones de la reforma laboral", comenta Tomás Aparicio.

En la misma nota del comité de empresa, la asamblea sostiene que las medidas adoptadas por la Generlaitat "abren una fuente de negocio para los especuladores de la sanidad, a la par que fomentan peores condiciones de trabajo para los profesionales de la sanidad y desmantelan el derecho fundamental a una sanidad pública, universal y de calidad"

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