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Un botellón, a botellazos

60 heridos, 20 de ellos agentes, y 11 detenidos la noche del viernes, que pasarán hoy a disposición judicial, tras graves disturbios en el concierto MTV Beach. Ayer la policía municipal redobló efectivos, acotó los accesos y revisó bolsos

La policia durante los disturbios provocados por cientos de jóvenes en el concierto MTV Madrid Beach.
La policia durante los disturbios provocados por cientos de jóvenes en el concierto MTV Madrid Beach. JAVIER J. SÁNCHEZ NOGAR

Cientos de jóvenes lanzando botellas, quemando vehículos y encarándose con el escaso dispositivo de la policía municipal que vigilaba el concierto gratuito MTV Madrid Beach. Y todo ocurrió porque se cerraron las puertas cuando se completó el aforo en la Explanada del Rey y cientos de jóvenes montaron un inmenso botellón que acabó a botellazos.

A las doce de la noche del viernes, los agentes municipales pidieron auxilio al Cuerpo Nacional de Policía. El saldo fueron 60 heridos, de los que 20 fueron agentes. Todos ellos leves, por torceduras o contusiones. 11 personas, una de ellas menor, fueron detenidas y hoy pasarán a disposición judicial tras declarar en la comisaría de Moratalaz.

La policía corta el rollo

FERNANDO NEIRA

Mira que lo advertimos: las licencias veraniegas (o algarabías, como ahora está de moda decir) pasaron a mejor vida. Y las grisuras otoñales se tradujeron anoche, en la clausura del segundo MTV Madrid Beach, en un drástico incremento de la presencia policial, cacheos generalizados, botellas de refrescos que volaban hacia los contenedores, regañinas a los menores que intentaban esconder alguna bebida alcohólica y, en general, la sensación de que la teórica fiesta musical, juvenil y jaranera a orillas del río, con los amiguetes, colegas con derecho a roce y entradas a cero euros, se le había escapado a la organización de las manos. Mal rollito.

Los incidentes de la víspera, con daños a vehículos, contenedores incendiados y una batalla campal entre algunos jóvenes y efectivos policiales, pesaban en los ánimos de todos. La policía municipal redobló sus efectivos, acotó los accesos y revisó bolsas y mochilas de cuantos pretendían acceder al festival. La policía nacional también desplegó varios furgones. Los agentes a caballo miraban con cara de pocos amigos desde el Puente del Rey. Y los chavales, retraídos, dudaban entre bailar o malenrollarse.

"Ayer lo pasamos bien, pero este control de hoy es una puta mierda", resumía Aurora, de 18 años, para la que los disturbios se habían "exagerado". "La policía está obsesionada con el alcohol", terciaba Mario, de 25, "pero cualquiera podría pasar pastillas o maría sin la menor dificultad". MTV, la cadena televisiva organizadora del evento, optó por hacer mutis. A media tarde emitió un escueto comunicado en el que lamentaba "los hechos acontecidos y, tras "condenar cualquier acto de violencia", decía contar con garantías policiales suficientes para celebrar la segunda jornada.

La marejada policial deslució un sábado que se había concebido como un gran fiestón juvenil, con artistas más populares y comerciales que sus antecesores de la víspera. Sobre todo en lo relativo a las dos boy bands, Lawson y Auryn, grupos de chicos (guapos, se sobreentiende) que desataron el delirio de las primeras filas, con mayoría no ya nítida, sino abrumadora, del género femenino.

Los Lawson, cuatro británicos espigados, blancuzcos, rubiales, embutidos en vaqueros pitillo y muy monos, desplegaron un repertorio facilón pero pegadizo, más americano y adulto de lo que podrían indicar sus partidas de nacimiento. Incluso se marcaron una celebrada versión de Moves like Jagger, de Maroon 5, con momento homoerótico incluido cuando cantante y bajista acercaban peligrosamente sus labios de tanto compartir micrófono. Auryn encarnan la alternativa española, con cinco postadolescentes rubios y morenos (el jefe, de Alcalá de Henares), que se reparten la faena vocal. Cantan en inglés, salvo, curiosamente, en la versión de Somebody to love (Queen), que pasa a ser Un poco de amor.

Tras la tierna y lánguida Georgina fue el turno de los más esperados, Despistaos, que son como El Canto del Loco pero de Guadalajara, más ramplones y con un cantante que goza de menor predicamento entre las potenciales suegras que Dani Martín.

Se les imputan delitos de atentado a agente de la autoridad y desórdenes públicos, informa Efe. Todos carecen de antecedentes policiales. El Ayuntamiento, responsable de la seguridad, consideró “adecuado” el dispositivo. No se pidió colaboración previa al Cuerpo Nacional de Policía.

 Ayer, sin embargo, hubo un drástico incremento de la presencia policial y cacheos generalizados. Mal rollito, menos asistentes y hasta más fresquito.

Una llamada de auxilio

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La llamada de auxilio se registró cuando faltaban cinco minutos para la medianoche. Los agentes municipales estaban desbordados. Necesitaban refuerzos. Para entonces, cientos de jóvenes quemaban contenedores, lanzaban botellas y arrasaban vehículos. Para controlarlos, menos de 10 efectivos policiales. Los chicos habían intentado entrar al concierto al aire libre, de organización municipal y gratuito, del MTV Beach. Pero no cabían. Y comenzó la batalla.

Una guerra que se saldó con 60 personas heridas, de las cuales 20 fueron agentes. Según Emergencias Madrid ninguno de los socorridos estaba grave. Todo fueron lesiones leves como torceduras, contusiones o caídas. También fueron detenidos 11 jóvenes, que ayer prestarond eclaración. Se le simputa un atentado a agente de la autoridad.

El Ayuntamiento, loo sindicatos policiales y la Delegación del Gobierno tuvieron ayer un in tercambio de intentar cargar la resposabilidad al otro. Lo cierto es que el evento, cuya responsabilidad era del Ayuntamiento, nunca pidió ni activó ningún tipo de protocolod e seguridad por el que hubieran participado miembros del Cuerpo Nacional de Policía. Unos agentes que, sin embargo, tuvieron que ir a la carrera poco después de las doce de la noche y terminar de sofocar los incidentes sobre las cinco de la madrugada de ayer.

Las Unidades de Intervención Policial, vulgo antidisturbios, estaban todas ocupadas por los más de 30 eventos, como manifestaciones, que se sucedieron ese día en Madrid. La única UIP que se pudo desplazar al lugar fue una que estaba de retén en la embajada de Estados Unidos. El resto de “refuerzos” fueron Centauros y otros grupos policiales.

En el lugar de los hechos, cerca de la zona del Puente del Rey, se recogieron más de 10.000 kilos de basura. El Ayuntamiento estima que el dispositivo de seguridad “funcionó con total normalidad”. Algunos sindicatos policiales, sin embargo, se lamentaron de “las malas previsiones”. En concreto, el CPPM , Colectivo Profesionald e Policía Municipal, eleva hasta 40 los agentes heridos y asegura que se destrozaron cinco furgones policiales de los Grupos de Respuesta Inmediata y al menos otros cuatro vehículos. “Montar un dispositivo de tal calado con ocho agentes es una temeridad, habiéndose puesto en peligro la integridad física de los que prestaban servicio allí”, explican en un comunicado.

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