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La policía halló los huesos dos días después de la desaparición de Ruth y José

El abogado del padre se aferra al informe que descartó que los restos eran humanos El juez encarga un nuevo informe para confirmar las pruebas

Casi un año después de la desaparición de Ruth y José, el pasado 8 de octubre en Córdoba, el caso podría estar a punto de resolverse. Y la clave, de confirmarse, la tuvo la policía en sus manos tan solo 48 horas después de la desaparición de los niños: los huesos hallados en una hoguera. La madre de los pequeños, Ruth Ortiz, siempre señaló al principal acusado, su exesposo y padre de los menores, José Bretón. E insistió una y otra vez, hasta investigar por su cuenta restos hallados en la finca durante las pesquisas policiales. Las nuevas investigaciones, de confirmarse, permitirían cerrar un caso que ha movilizado a la sociedad durante un año.

José Bretón, sigue manteniendo que perdió a los chiquillos en el parque Cruz Conde de la ciudad.  El abogado del acusado afirma que la policía científica mantiene sus conclusiones y se agarra a esta circunstancia para defender al padre de los niños.

El juez ha pedido que se realicen dos informes nuevos para comprobar si hubo elementos que formasen parte de una hoguera para hacer desaparecer a los niños. Así lo ha explicado el abogado de Bretón tras mantener una reunión con el instructor. En concreto se quiere estudiar si una mesa de hierro forjado tiene restos de las llamas. O si hay presencia ladrillos refractarios que, según el perito vasco encargado del informe, Francisco Etxeberria, serían necesarios para hacer una especie de horno crematorio.

La policía investigó restos de un fuego en la finca de los abuelos de los niños, de donde supuestamente partieron al parque donde nadie los vio. Lo hizo tan solo dos días después de la desaparición. A partir de ahí, ha insistido una y otra vez, sin éxito, en la finca de Las Quemadillas.

La Comisaría General de Policía Científica concluyó que esos restos no eran humanos, que pertenecían a roedores. Bretón aprovechó la conclusión para asegurar que la hoguera la hizo para quemar ropas, objetos y documentos de su fracasado matrimonio, ruptura que la madre de los menores señala como móvil de este caso.

La fogata había sido señalada por los perros de la policía y el juez no se terminó nunca de fiar de la conclusión policial, ya que Bretón había comprado días antes de la desaparición de sus hijos 140 litros de gasoil y dos cajas de pastillas relajantes Orfidal y Motiván.

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