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Trias y Fernández Díaz consuman la fusión de seis empresas municipales

CiU y PP firman la prohibición de la prostitución en el espacio público de la ciudad de Barcelona

Camilo S. Baquero

El pacto presupuestario que el gobierno municipal de CiU y el PP firmaron el año pasado en Barcelona tuvo ayer uno de sus últimos estertores. Los dos partidos unieron sus votos en el pleno antes de la pausa estival para sellar definitivamente la fusión de las seis empresas públicas del ámbito urbanístico —solo quedará Bimsa— y la prohibición de la prostitución callejera. El PSC, por su parte, intentó marcar perfil votando negativamente ambas iniciativas, pero emplazó una vez más al alcalde Xavier Trias a que decida con quién pactará el Plan de Actuación Municipal (PAM) y las próximas cuentas.

Aunque CiU siempre ha defendido la necesidad de racionalizar las empresas municipales y se declara abolicionista de la prostitución —Trias considera que es la “esclavitud del siglo XXI”— ha sido el PP el que ha llevado la batuta en estas dos iniciativas. Con un pie en el convencimiento y otro en la necesidad de cumplir con los compromisos adquiridos con los liderados por Alberto Fernández Díaz, el gobierno municipal las ha sacado adelante. El edil Javier Mulleras (PP) y el propio Fernández Díaz no perdieron momento para ponerse la medalla.

Mulleras aprovechó la aprobación de las cuentas generales del año pasado —que el PP votó en contra— para adelantar que la ciudad se ahorraría “cuatro millones de euros” con la absorción de las empresas municipales 22@, Pro Nou Barris, Pro Eixample y la Agencia del Carmel por parte de Bimsa. Esta será la única empresa que se dedicará a la inversión en obras y la gestión urbanística en los 10 distritos. Foment de Ciutat Vella, por tener una parte de capital privado, se dedicará a labores de fomento mientras se finiquita su disolución.

El tercer teniente de alcalde y responsable de Hábitat Urbano, Antoni Vives (CiU), argumentó que el nuevo modelo permite “centralizar la inversión, homogeneizar procesos, reducir costes generales y potenciar la eficacia de los servicios”. Vives explicó que, de hecho, Bimsa ya había asumido algunas de las labores de Pro Eixample y 22@, por lo que aseguró: “El cambio no será tan dramático” y “se ha logrado mantener el talento humano”.

El alcalde pidió "disculpas" por el plagio en el plan de Trinitat Vella

Pero lo que para Vives es virtud, para la oposición es defecto. El PSC, Iniciativa y Unitat per Barcelona criticaron en bloque lo que consideran una centralización de la actividad en los distritos y acaba con un modelo de “microinversión”, según el líder del PSC, Jordi Martí. Los socialistas habían propuesto en su día fusionar las empresas de acuerdo con los ámbitos geográficos de la ciudad —una para la montaña, una para Ciutat Vella y el litoral y otra para el llano—.

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El personal de las cinco empresas absorbidas suman 100 trabajadores, 16 de los cuales eran funcionarios y ya han sido recolocados. Según fuentes municipales, 25 de los restantes siguen pendientes de ser reubicados en otras empresas. Cinco irán a Bimsa —donde se reforzarán los gestores territoriales—, 31 a Bargursa —la empresa municipal que gestiona los proyectos urbanísticos de ámbito público y privado— y 16 se mantendrán en Foment de Ciutat Vella. También hay excedencias, bajas y dos jubilaciones.

CiU y PP aprobaron, además, la modificación de la ordenanza de civismo que permite la prohibición de la prostitución callejera. La nueva norma, que elimina el preaviso de la Guardia Urbana, aumenta la multa a los clientes y permite que las prostitutas conmuten las suyas por cursos de inserción a la vida laboral, volvió a ser rechazada por la oposición. “A partir de hoy, Barcelona será más hipócrita en el tratamiento de la prostitución”, aseguró la portavoz socialista del PSC. El nuevo texto entrará en vigor a mediados de agosto.

Trias, finalmente, aceptó un ruego del PSC para elaborar un nuevo plan integral para Trinitat Vella, en sustitución del que plagiaba algunos párrafos de barrio de Campclar (Tarragona). “Pido disculpas, pero también digo una cosa muy clara y es que aprender de los demás no es ningún error, porque, en muchos casos, las líneas se pueden parecer”, remachó el alcalde.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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