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¿Está el monte a salvo?

Trabajadores del plan Infoma denuncian un tijeretazo en la campaña de prevención de incendios La Comunidad asegura que no ha recortado y que la limpieza de los montes es superior

Una garita de vigilante forestal en la sierra norte de Madrid.
Una garita de vigilante forestal en la sierra norte de Madrid.SANTI BURGOS

En una silla de plástico, Alberto otea el horizonte en su torreta de vigilancia hecha de granito y madera. No es su nombre real pero no quiere ser reconocido por miedo a que le despidan. Tiene el valle a sus a pies y, de momento, no ha divisado ninguna columna de humo. El sol le hace compañía durante la primera hora de trabajo pero después de las 12.00 busca la sombra para poder soportar el soporífero calor veraniego. Él es uno de los trabajadores del plan Infoma que vigilan las montañas de la Comunidad de Madrid y es también quien da la primera voz de alarma en caso de avistar fuego.

Las horas pasan despacio, pero Alberto es feliz en lo alto de la montaña observando aves. Tarda una hora en coche en llegar a su puesto, entre carreteras y puertos forestales. El año pasado, su atalaya estaba cerca de donde vive y podía ir y volver en bicicleta, pero este verano, según denuncian los trabajadores, las torres se han reducido y han reorganizado a los vigilantes que, como Alberto, cubren zonas que no conocen.

Incendios forestales y dispositivo contraincendios en la Comunidad de Madrid
Incendios forestales y dispositivo contraincendios en la Comunidad de Madrid

En 2011 eran 40. Este verano, según datos del sindicato Solidaridad y Unidad de los Trabajadores (SUT), son 19 las que tienen vigilancia completa, tres las que están sin vigilancia y ocho las que cuentan con un turno en lugar de dos, es decir, un día hay un empleado y otro no hay nadie. Alberto no se puede creer que casi a mitad de julio no estén todas cubiertas. “Son esenciales para la efectividad de un operativo antincendios. Que miren lo que ha pasado con los montes en Valencia, casi 50.000 hectáreas quemadas. Eso es culpa de los recortes”, asegura por teléfono.

El plan Infoma, o plan de protección civil contra los incendios forestales de la Comunidad de Madrid, comenzó el pasado 15 de junio y terminará el 30 de septiembre. Bomberos, agentes forestales, brigadas helitransportadas y trabajadores auxiliares contratados para la campaña, entre otros, deberían estar preparados al 100%. Sin embargo, tanto el personal como los sindicatos y la oposición denuncian que el dispositivo contra las llamas es menor que otros años y que, además, todavía está cojo de varias patas en uno de los años más secos de la región y con más peligro de incendio. La Comunidad, sin embargo, niega estas denuncias.

Incendio en El Vellón

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El incendio que se originó la semana pasada en El Vellón, localidad situada en las faldas de la Sierra Norte, a 43 kilómetros de Madrid capital, ha desatado la preocupación de bomberos y trabajadores del Infoma ya que este ha sido el fuego de mayor envergadura desde que comenzó la campaña.

Ganadería para limpiar el monte

"Tenemos una novedad en limpieza de montes: lo hemos hecho a través del ganado", explica el director general de Protección Ciudadana, José Antonio Pérez, que añade que los ganaderos no son enemigos en la lucha contra el fuego sino aliados. "También contamos con 2.390 profesionales y 560 vehículos para sofocar incendios en la región, que desde el 15 de junio está en máximo riesgo de fuego", aseguró la consejera de Presidencia y Justicia, Regina Plañiol.

Pedro Campos, portavoz de CC OO y bombero profesional, asegura que si el incendio de El Vellón se hubiera extendido más de 300 hectáreas (se han quemado entre 200 y 300 de monte bajo) habría desembocado en tragedia, como pasó en la Comunidad Valenciana hace unas semanas. “En Asturias, Galicia y Valencia están privatizando el sector. Los retenes forestales, privados y de color amarillo, son útiles para la prevención, pero en un fuego mayor de una hectárea (conato) no dan resultado porque no llevan material adecuado ni tienen la formación necesaria”, explica.

Al siniestro se desplazaron seis helicópteros, pertenecientes también a una empresa privada, dos hidroaviones que envió el Ministerio de Defensa y cinco bombas forestales pesadas con una capacidad de entre 3.000 y 3.500 litros de agua. Además, acudieron 15 retenes amarillos con bombas ligeras de 500 litros, “pero de poco sirvieron”, opina Campos. “Los parques de bomberos están bajo mínimos. En Alcobendas solo había un bombero y Lozoyuela se quedó vacío y sin vigilancia en toda la zona norte porque todos se desplazaron al incedio”, lamenta. Desde su punto de vista, el plan Infoma 2012 está incompleto y, sobre todo, mal gestionado.

Conflictos laborales

Los bomberos están enzarzados en una lucha de fuerza con el Gobierno regional desde hace meses. Denuncian la falta de personal y, como medida de presión, se han negado a hacer horas extras durante la campaña de verano. El resultado no es otro que el explicado por Campos: parques de bomberos bajo mínimos y puntos estratégicos para atacar incendios completamente vacíos, como el de Morata de Tajuña o el de Rascafría. “La campaña de verano es un arma para presionar y creo que en el Gobierno regional debería estar preocupado porque los montes están desprotegido”, asegura César, un bombero afectado.

El portavoz en CC OO de los Bomberos de Madrid, Manuel Ariza, denuncia que desde 2005 solo se han ofertado 79 plazas de bomberos y acusa a la Comunidad de no cubrir las más de 200 jubilaciones que se han llevado a cabo en los últimos años. “Hay veces que en los parque de bomberos no hay nadie para atender más emergencias porque hasta el recepcionista sale a extinguir incendios”, dice. “Nosotros les avisamos de que cubrir la campaña de verano con horas extras era un modelo insostenible, pero ellos han preferido jugar con el factor suerte, aunque la cantidad de urbanizaciones a pie de las montañas madrileñas hacen que los incendios sean más peligrosos”, sentencia.

Santi —también nombre ficticio— llega puntual a uno de esos parques, situado en el sudeste de la región. Nada más entrar saluda a sus compañeros y se pone el uniforme, un mono azul y amarillo con un casco que cuelga de la cintura. Sacan el camión del garaje cubierto de eslóganes en contra de los recortes de personal y contra la privatización del sector. Comprueban la bomba de agua y las herramientas. Una vez hecho, el protocolo sería salir hacia el parque de incendios forestales (PIF) y permanecer allí estratégicamente hasta que cayera el sol. Pero la huelga de horas extras de los bomberos los deja sin mando que los coordine, por lo que deben permanecen en el parque.

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En caso de incendio, se trasladan al siniestro que podría quedar hasta a 45 minutos de donde están. El puesto que Santi ocupa es otra de esas patas que chirrían en el plan Infoma. “El Gobierno regional acordó contratar a 276 trabajadores. Ese es el primer recorte ya que en 2011 contrató a 302”, se queja. “La gestión ha sido pésima. Han hecho varios llamamientos en lugar de contratar a todos de una sola vez”. La Comunidad, sin embargo, asegura que casi un centenar de trabajadores no se presentaron al segundo llamamiento. “Tuvimos que cubrirlo con retenes forestales porque necesitábamos llenar esos huecos”, declaran fuentes de la consejería de Presidencia y Justicia.

En su plan Infoma 2012, la Comunidad de Madrid anunció 1.361 efectivos del cuerpo de bomberos y 278 trabajadores auxiliares para la campaña, estos últimos en la misma categoría que Santi. “No han llegado a cubrir ni 200 puestos. Han tardado demasiado en llamar a los auxiliares que, pensando que ya no los contratarían, se han buscado otro empleo. De hecho, los contratados en este último llamamiento empezaron a trabajar el pasado viernes. Es un mes después de que haya comenzado la campaña ”, asegura este.

El Gobierno regional explica que los retenes forestales y las brigadas helitransportadas y de bombardeo de agua [ambas contratadas mediante empresas privadas] están perfectamente capacitados para apagar un fuego por si solos, pero el portavoz de CC OO de bomberos en Madrid sostiene que nunca antes se había trabajado así. “Los primeros que tienen que salir son los PIF y un mando de bomberos. Si no lo hacen así se están saltando los protocolos de alarma”, dice. De hecho, Pedro Campos asegura que en el incendio de El Vellón la primera dotación que salió fue un PIF. “Los trabajadores de los retenes privados están mal pagados y cuando el siniestro se complica ellos se echan para atrás. Prefieren que actuemos los bomberos”, sostiene Campos. No obstante, Manuel Ariza reconoce que la actuación de los helicópteros, también amarillos, es correcta e indispensable.

El portavoz de Izquierda Unida en la consejería de Presidencia y Justicia, Mauricio Valiente, declara que esa contratación selectiva de los efectivos del Infoma no es más que “una estrategia premeditada que genera cansancio en el personal y que tiene como objetivo ahorrar”.

Madrid contra el fuego

Lo que sí es cierto es que en la Comunidad de Madrid la vulnerabilidad a los incendios forestales es de las más bajas de España, según un estudio de WWF, una de las mayores organizaciones mundiales dedicadas a la conservación de la naturaleza. Ante este dato, el Gobierno regional saca pecho y presume de tener un modelo antincendios envidiable. “Este año hemos instalado cámaras de vigilancia de terreno forestal que detectan y dan aviso de la aparición de un incendio las 24 horas”, explica el director general del Protección Ciudadana, José Antonio Pérez Sánchez. “Lo hemos probado en el suroeste de la región, donde está el pantano de San Juan. Esta zona está considerada como una de las de mayor valor forestal y a la vez es la que tiene mayor riesgo de incendio”, declara. Pérez Sánchez señala, además, que las tareas de limpieza son constantes. “Este invierno se realizaron labores preventivas en 4.601 hectáreas, lo que supone un aumento del 240% con respecto a 2010”, concluye.

Santi es escéptico con los datos de la Comunidad. Dice que a pie de fuego la realidad tiene otro aspecto. “Las torres de vigilancia y los PIF están para disminuir el tiempo de acción y solo han cubierto 10 de 16 que, además y por primera vez, no están en el monte, que es donde deberían estar. El año pasado fueron 17 y en 2010, 19 y no esperaban en el parque de bomberos, sino en los puntos estratégicos. ¿De verdad creen que voy a pensar que nuestros bosques están a salvo?”.

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