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ENTREVISTA / GUILLE MILKYWAY, LA CASA AZUL

“La música disco no acaba de volver”

Guille Milkyway, de La Casa Azul, actúa esta noche en The Brandery

Guilly Milkyway, compositor y líder de La Casa Azul, posa en el pabellón 8 de la Fira de Montjuïc, donde se celebra The Brandery.
Guilly Milkyway, compositor y líder de La Casa Azul, posa en el pabellón 8 de la Fira de Montjuïc, donde se celebra The Brandery.SALVADOR FENOLL

Guillem Vilella (Barcelona, 1974), más conocido como Guille Milkyway, es un torrente de conversación. El factótum de La Casa Azul es una enciclopedia musical, un coleccionista de caras B y un entusiasta, del groove, del ritmo. La Casa Azul (conocidos por La Revolución Sexual) actúa hoy en The Brandery, en el pabellón 8 de la Fira de Montjuïc, justo antes de The Human League, en los habituales y recomendables conciertos de esta cita de la moda. ¿Qué relación tienen la música y la moda? Dispara Milkyway: “No creo que la moda sea frívola e intuyo que The Brandery busca programar propuestas que no sean mainstream, es importante el carácter popular de esta feria”. Reconoce además que le hace “ilusión” hacer su bolo antes que los británicos, legendarios por canciones como Don't you want me. Y lanza un dardo: “Una cosa es que una banda pare unos años y luego vuelva y haga cosas nuevas, y otra el revival de seguir cantando lo de hace treinta años”, y lo dice por otros.

Economista, y extrabajador de la multinacional Nestlé, conocedor de hábitos de consumo y amante de la cultura bubble-gum norteamericana allá en los años sesenta, Milkyway lamenta que “todo lo que se aleje del dogma cuesta mucho que se acepte”, refiriéndose a la música pero también a la cultura. “¿Por qué la gente canta sin sonrojarse una letra de The Ronnettes y luego encuentra ridícula una canción casi igual en castellano?”, se pregunta el músico barcelonés.

¿Qué se siente al ser de los pocos que hace música de baile en este país? Frunce el ceño y no acepta la pregunta. “No me importa que la gente baile con mi música, pero yo hago pop y ya está”, certifica. Hace eso y mucho más: es un cotizado creador de música para anuncios y para series. Además ganó en 2010 el Goya por la mejor canción original en la película Yo, también.

Dice sentirse cómodo con la rutina y también que es “militante de la simplicidad”. También desmiente algunos augurios y asegura que “la música disco no acaba de volver”. Sería “genial” tener de nuevo un sonido que agrupe el soul, el funky y el pop. De momento, La Casa Azul es un madero en el naufragio de las propuestas bailables sin alma.

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