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Los andamios cumplen un año en la Casa Planells, obra de Josep Maria Jujol

Comienzan los trabajos de rehabilitación del edificio de la Diagonal

José Ángel Montañés
Andamios en la casa Planells, obra de Jujol.
Andamios en la casa Planells, obra de Jujol.TEJEDERAS

Durante un año la fachada de la Casa Planells, uno de los edificios más singulares de Barcelona, construido a comienzos del siglo XX en la nueva Diagonal por el arquitecto modernista Josep Maria Jujol, ha permanecido apuntalada y cubierta por una red verde. Así lo aconsejaron las patologías detectadas en las vigas de la tribuna del piso principal, que pusieron de manifiesto las intensas lluvias de la primavera de 2011, y los desprendimientos del estucado de la pared. Hace unos meses los puntales dejaron paso a un andamio que envolvió por completo el edificio, formado por seis viviendas y un local comercial. Oculta a los viandantes durante este tiempo, volverá a lucir en septiembre su mejor cara, cuando concluyan los trabajos de rehabilitación que han comenzado hace unos días.

La intervención, que está siendo seguida de cerca por el servicio de Patrimonio del Distrito del Eixample, como ocurre con todo edificio histórico, solucionará los problemas estructurales y rehabilitará las fisuras que han aparecido desde la última intervención, de hace dos décadas; además se volverá a pintar la fachada aplicando silicatos, que garantiza una mayor perdurabilidad.

Sin embargo, según explica Joan Escofet, presidente de la comunidad de propietarios y uno de los tres dueños de las viviendas, no se recuperará el aspecto original de la madera de las ventanas ni las tribunas. Tampoco los mecanismos originales de las persianas de libro que funcionaron durante años, ni elementos como los aireadores de la fachada, una especie de óculos con los que se ventilaban las estancias de las viviendas y que han acabados cegados. “No hemos encontrado la financiación suficiente para llevar a cado estos trabajos. Es un edificio muy complejo que necesita obras muy costosas y se ha intervenido en elementos que no se ven, pero necesarios. Un edificio protegido como este tiene más inconvenientes que ventajas. Tendremos que esperar a que pase esta situación de crisis para encontrar un patrocinador que nos ayude a acometer estos trabajos”, asegura.

la casa Planells, envuela en mallas de protección
la casa Planells, envuela en mallas de protecciónTEJEDERAS

Mientras, la actividad y la vida continúan tras el andamio. Todos los pisos siguen ocupados. Solo el local de los bajos permanece cerrado tras abandonarlo hace unos meses un restaurante que lo ocupaba. En el primer piso, Arturo Frediani aguanta estoicamente los inconvenientes de las obras. “Nos hemos ido trasladando según nos lo indicaban los operarios. Han hecho catas en las vigas de acero oxidadas y donde la materia había desaparecido se ha utilizado mortero plástico especial para completarlas”, explica este arquitecto que cuenta con varios premios FAD y se instaló en la casa en enero de 2011, meses antes de comenzar los problemas en la estructura por la lluvia. “La pena es que no se van a aprovechar los andamios para devolver a la vivienda todo su esplendor y acabar con todos los problemas. Se debería intervenir en los porticones y persianas, y hacer un estudio cromático de la fachada bien hecho, a partir de arrancar un fragmento de la pintura y ver el original”, asegura el arquitecto algo decepcionado.

La Casa Planells fue construida por Jujol entre 1923 y 1926 —aunque abandonó la obra cuando faltaban el ático y los remates, por desavenencias con el cliente—, en la esquina de la Diagonal con la calle de Sicília, donde el Eixample se construía a toda marcha. Según Frediani, la genialidad de Jujol fue construir en un solar de apenas 80 metros cuadrados viviendas de 120, al crear pisos intermedios llenos de formas curvas. La vivienda, anacrónica y construida a base de materiales pobres de mampostería y el sistema de bovedillas o revoltons, ha acabado convertida en símbolo de la modernidad, comparable con ejemplos de la arquitectura expresionista alemana. El paso del tiempo tampoco la ha perdonado.

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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