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EL FUTURO DEL PSOE ANDALUZ

Griñán deja fuera de la ejecutiva a los críticos tras el voto de castigo

Mario Jiménez será el vicesecretario y De la Chica, portavoz parlamentario

Lourdes Lucio
Mario Jiménez y Francisco Álvarez de la Chica (a la derecha), el sábado en Almería.
Mario Jiménez y Francisco Álvarez de la Chica (a la derecha), el sábado en Almería.FRANCISCO BONILLA

Los socialistas andaluces llevaban mucho tiempo acostumbrados a la pax romana de Manuel Chaves en el PSOE, consistente en equilibrios territoriales primorosos que al menos le garantizaban una cierta calma chicha. Después del voto de castigo que recibió en su reelección como secretario general, Griñán no piensa hacer ningún gesto de integración.“Si no me han votado ¿por qué van a estar en mi ejecutiva?”, se preguntó. Estas son las típicas respuestas de Griñán en estado puro, instantáneas, sinceras, a bocajarro. A veces cambia de opinión y otras veces no. Parece que esta es una de esas veces.

El líder del PSOE andaluz confirmó a los secretarios generales en una cena el pasado viernes que Mario Jiménez será el nuevo vicesecretario general. A él encargó la negociación con los secretarios generales para la composición de la nueva ejecutiva. Jiménez sustituye como número dos a la secretaria de Organización, Susana Díaz, y será quien tendrá las llaves de San Vicente. El encargado de intentar afinar una maquinaria que sale de este congreso peor de lo que entró.

El onubense, de 40 años, dejará la portavocía parlamentaria. Griñán ha propuesto para este cargo al exconsejero de Educación el granadino Francisco Álvarez de la Chica, de quien destacó su “enorme generosidad” a la hora de abandonar el Gobierno andaluz. De la Chica será una de las patas de la nueva mesa de camilla del PSOE. Habrá que esperar hasta el domingo para saber el resto, una vez que culminen las intensas rondas de negociación para la formación de la ejecutiva. En la sala donde se celebraban los contactos había una caja de Red Bull.

“Si no me han votado ¿por qué van a estar en mi ejecutiva?”

A Jiménez le ha encargado que coordine todas las áreas de la dirección y la interlocución con las provincias. Aunque está hecho con la cuña de la dura madera de las Juventudes Socialistas, los críticos lo consideran alguien con el que se puede hablar y entenderse. Habrá que esperar a ver resultados.

La ejecutiva que se negociaba la noche del sábado iba a tener unos 35 miembros, una cifra que depende no tanto de la voluntad del secretario general como de los encajes finales para contentar a todas las provincias.

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Algunos dirigentes veían con cierta preocupación el ensamblaje de la agrupación de Jaén, cuyos delegados forman una piña con su secretario general, Francisco Reyes, y su presidente, Gaspar Zarrías. La contestación crítica o griñanista que pudo surgir con la exalcaldesa de Jaén Carmen Peñalver y la consejera Mar Moreno fue abortada en una de esas etapas en las que Zarrías y Griñán se quieren mucho. Ambos mantienen una relación política muy guadianesca.

La visualización de Jaén era el principal problema. Antes de de llegar a Almería, la dirección regional tenía decidido dejar fuera de la ejecutiva a los críticos de Sevilla, Córdoba, Cádiz y Málaga, pero consideraba parte de la mayoría a los socialistas jiennenses. Después de la votación a Griñán ya no. El presidente, además, quería que Mar Moreno siguiera como vocal en la ejecutiva.

El retraso en el nombramiento de delegados de la Junta de Andalucía en las provincias es un hecho que está condicionando el congreso porque son muchos los que afirman que han prometido a más gente de la cuenta un puesto. De esa forma amarran las simpatías y el voto de los delegados.

Griñán descartó que Susana Díaz estuviera en la ejecutiva como vocal, como era el deseo de la consejera de la Presidencia, que el sábado próximo se enfrentará a Antonio Gutiérrez Limones por el control del PSOE de Sevilla.

Como ocurre siempre en este partido, la renovación de la ejecutiva empezaba por las mujeres. En el PSOE es muy difícil que los liderazgos femeninos se consoliden porque a la primera de cambio las mudan de sitio. La continuidad de Rosa Torres como presidenta estaba en duda por la falta de apoyo de su secretario general. Descartada Micaela Navarro para ese puesto se especuló con el nombre de Amparo Rubiales. Por el contrario, la líder del PSOE de Granada plantó batalla por situar a Clara Aguilera en una secretaría de primer orden como la de Organización.

Griñán va a crear la secretaría de Ideas que será la que proyecte la voz del partido. Y quiere poner a un independiente al frente de la Fundación Alfonso Perales. No le ofrecerá el puesto para no comprometerla a la exportavoz de IU Concha Cabellero, como le gustaría.

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