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Tempo de jóvenes músicos

Seis orquestas de estudiantes se reúnen en San Lorenzo de El Escorial y desafiar a los recortes

Un ensayo en Cercedilla de la Joven Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid (Jorcam).
Un ensayo en Cercedilla de la Joven Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid (Jorcam).GORKA LEJARCEGI

Son las hermanas pequeñas de nuestras sinfónicas, pero no viven ajenas al drama que alguna de estas formaciones están viviendo por los recortes. Seis orquestas jóvenes se dan cita en San Lorenzo de El Escorial para demostrar que esta forma de aprendizaje funciona. A partir de esta noche, cuando la joven orquesta del Sándor Végh Institute de Salzburgo se suba a las tablas del Teatro Auditorio de la localidad, se abre un encuentro internacional con conciertos que reunirán a otros cinco conjuntos con la Joven Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid (Jorcam) como anfitriona.

Mañana seguirá a los austriacos la Orquesta Joven de Extremadura (OJEX), dirigida por el también joven Andrés Salado. El caso de esta formación y de su hermana mayor es ilustrativo: la Orquesta de Extremadura espera el veredicto del Gobierno regional, que puede ir de la salvación a un ERE que haría peligrar la formación. “Los chicos están muy concienciados con lo que pasa en la Orquesta de Extremadura, están muy involucrados en este proyecto y se preocupan”, explica Salado, que interpretará obras de Mozart, Carnicer y Beethoven. Y sabe lo que es estar en una orquesta joven, ya que él fue uno de los alumnos que disfrutó de la Jorcam hace años. “Formar parte de una orquesta joven debería ser obligatorio para un músico. Son como las selecciones de fútbol, y para los chavales es un orgullo”, comenta.

La importancia de este tipo de conjuntos en el aprendizaje de un músico es algo que resalta también Santiago Serrate, que llevará hasta la doble barra a la Jorcam con obras de Wagner, Kachaturian y Rimsky-Korsakov. “En las jóvenes se aprende el oficio: disciplina, organización, trabajo en equipo… Las obras que los chicos tocan en esta etapa se estudian tan al detalle que quedan grabadas en el ADN del músico”, comenta. También lo dice por experiencia: fue alumno de la Joven Orquesta Nacional de España y de la de Cataluña. Y resalta que los directores de orquesta tienen una “obligación de trabajar con orquestas jóvenes”, al igual que deben colaborar en conciertos educativos para formar “nuevos públicos”.

Hoy, la cita de cada año en la plaza Mayor

La crisis no ha permitido que Barenboim y la orquesta del West-Eastern Divan, formada por jóvenes españoles, israelíes y palestinos, vuelvan como cada año a la plaza Mayor de Madrid. La Orquesta de la Comunidad de Madrid (Orcam), dirigida por José Ramón Encinar, tomará el relevo en un concierto gratuito y al aire libre, con los muros de la plaza porticada haciendo de auditorio. El repertorio será muy distinto a lo que Barenboim nos tenía acostumbrados —embarcado en su objetivo de interpretar la integral sinfónica beethoveniana—. Por un lado, las suites de El sombrero de tres picos de Manuel de Falla, una pieza del nacionalismo musical español pasado por el filtro del impresionismo francés; y para cerrar, la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorák, resultado del viaje del compositor EE UU, donde se enamoró y empapó de las nuevas músicas y los espirituales negros. Para aquellos que quieran sentarse durante este concierto que arranca a las diez de la noche, es recomendable ir con tiempo: las colas suelen comenzar a media tarde.

La crisis ha puesto en jaque a muchas orquestas del mundo. Henrique Piloto, director de la Orquesta Maior de Lisboa —que cerrará el encuentro el 15 de julio—, habla de la importancia de la formación musical para crear ciudadanos con capacidad crítica. “Nadie que haya estado en una orquestra olvidará la riqueza de los conciertos, de las pruebas, de los intercambios con otras orquestas jóvenes, los viajes y la vivencia emotiva del triunfo y del fracaso”.

Pero ese aprendizaje no solo puede servirles a los músicos, sino también a todos aquellos que quieran ser buenos profesionales. Lo defiende Michael Thomas, director de la Joven Orquesta Barroca de Andalucía, que piensa que “estar en una orquesta joven es un aprendizaje para la vida, da igual que luego seas músico profesional o no. Esos valores aprendidos te hacen mejor persona”. El proyecto, del que se verán los resultados en San Lorenzo, nació por iniciativa de la Orquesta Filarmónica de Málaga. Las orquestas jóvenes, aunque a veces se olvide, son proyectos educativos, y Thomas teme que los recortes les afecten también "Hacer recorte. “Recortar en Educación es lo último que se debería plantear. Para algunos la cultura no tiene mucha importancia, pero recurramos a Winston Churchill. Cuando su jefe del ejército le propuso sacar dinero de la cultura para construir tanques, el político le contestó, echándose las manos a la cabeza: ‘Es por la cultura por lo que estamos en esta guerra”, comenta Thomas.

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Conciertos del Encuentro Internacional de Orquestas Jóvenes. Del 7 al 15 de julio en el Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial. Entradas: 10 euros.

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