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UPyD exige una bajada de sueldo del 30% a cambio de su apoyo en Alcalá

La formación magenta, que tiene la llave, no se decanta y presenta un documento de mínimos "Nos gustaría acordar un gobierno a tres bandas”, la corteja la izquierda

"Votaremos a quien apoye nuestras reivindicaciones". Así de claro lo ha dejado esta mañana Anselmo Avendaño, portavoz municipal de UPyD en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, que tendrá nuevo alcalde el próximo jueves tras la renuncia de Bartolomé González (PP). El partido magenta no ha revelado a quién piensa apoyar o a quién prefiere, sino que ha presentado un documento "de mínimos" y ha condicionado su respaldo a quien lo firme punto por punto. UPyD tiene la llave del poder, ya que el PP logró 12 concejales en las elecciones de mayo del año pasado, la misma cifra que la suma de PSM e IU, que se han aliado para arrebatar el bastón de mando al PP.

El principal punto de la lista de UPyD es una rebaja generalizada de los sueldos de la corporación, empezando por la nómina del alcalde. González cobraba un sueldo anual de más de 100.000 euros, como recogen pancartas molestas con la gestión popular en los alrededores del Ayuntamiento: “¿Y a estos quién les recorta? Bartolo [la forma coloquial con que se conoce al alcalde, Bartolomé González]: 100.566 euros. Tenientes de alcalde: 4 x 85.472 euros. Presidentes de comisión y portavoces: 3 x 80.495 euros”. UPyD quiere que la nómina del regidor adelgace más de un 30% y pase a ser de 69.000 euros. En el caso de los concejales, la bajada dependerá de sus atribuciones.

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Además, los de Rosa Díez exigen que los trabajadores de libre designación del equipo de Gobierno (jefe de prensa, ayudantes, secretarios...) pasen de nueve a dos y que se reduzcan un 50% las ayudas a los grupos municipales. También reclaman una mayor transparencia y que "el alcalde permita el control por parte de la oposición". Y, en la línea con lo defendido en la Asamblea de Madrid, donde reclamaron una comisión de investigación que fue rechazada por el PP, quieren que los portavoces de PP y PSOE dimitan del consejo de Caja Madrid.

Tras la comparecencia de UPyD, todas las opciones quedan abiertas. Fuentes del PP han opinado que "todo es negociable", mientras que la izquierda, también abierta a sus propuestas, cortejará a UPyD de aquí al jueves.

Una hora antes de que se produjera la rueda de prensa de UPyD, el Partido Socialista de Madrid (PSM-PSOE) e Izquierda Unida (IU) hicieron público su programa de gobierno conjunto para Alcalá mediante el cual quieren “sacar de la parálisis” al Ayuntamiento, en palabras del portavoz socialista, Javier Rodríguez. En una rueda de prensa en la que estuvo secundado por la edil portavoz de IU Pilar Fernández, ambos pidieron a UPyD que apoye la investidura de Rodríguez como nuevo alcalde.

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“UPyD es la llave, y a nosotros nos gustaría iniciar una negociación para acordar un gobierno a tres bandas”, declaró Rodríguez, que descartó que la situación sea “una subasta”. En este sentido, Rodríguez subrayó las coincidencias entre los programas políticos de las tres formaciones de la oposición, "en contraposición a las ocho hojitas del programa de los populares, que solo contemplan unas obras". "Y ahora no es tiempo para ocho folios ni para esas obras", remachó.

El 28 de junio, Bartolomé González, tras más de 20 años años dedicado a la alcaldía, anunció que dejaba el cargo y que renunciaba a su acta como concejal, lo que obliga a celebrar una nueva investidura. Adujo que está cansado, versión que el PP da por buena. Deja la ciudad, la tercera en número de habitantes de la Comunidad de Madrid con 204.000 vecinos, con unas arcas públicas en números rojos y sin garantías de que el PP pueda continuar en el poder. 

Tras dos mayorías absolutas como alcalde, el PP instó a González a presentarse de nuevo a las elecciones municipales de mayo de 2011. Los comicios terminaron por convertirse en un drama para Bartolo, como se le conoce popularmente. Perdió la mayoría absoluta, pasó a depender de UPyD, que entro por primera vez en el Consistorio, y además vio como también lograba representación municipal el grupo de ultraderecha España 2000, con un concejal. A la pérdida de prestigio político se le unió su polémica gestión de la alcaldía, con más de 93 millones de euros deuda a proveedores.

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