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El Ayuntamiento de Madrid, condenado por el cáncer de un bombero municipal

El Consistorio de la capital deberá abonar 111.400 euros a la familia del funcionario

El Ayuntamiento de Madrid deberá pagar 111.400 euros a la familia de un bombero municipal que falleció por un cáncer de pleura a consecuencia de su exposición a varias herramientas de trabajo que contenían amianto, una sustancia muy cancerígena. La Sección Décima de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha ratificado en una sentencia del 14 de febrero el anterior fallo del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 20 de Madrid, que había condenado al Consistorio madrileño a abonar 111.400 euros a la mujer e hija del exempleado municipal.

Los bomberos de Madrid apagan un incendio de un vehículo en Gran Vía.
Los bomberos de Madrid apagan un incendio de un vehículo en Gran Vía.Á. GARCÍA

Es la primera vez que el Ayuntamiento de Madrid es condenado a pagar una indemnización por la muerte de un bombero tras una exposición prolongada al amianto, un material que contenían diversos equipos y materiales utilizados de forma habitual por los miembros del Cuerpo de Bomberos municipal.

La sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo establecía una relación directa entre el cáncer por el que falleció el empleado municipal, y la exposición al amianto por el contacto con trajes, botas, escafandras, manoplas y mantas que contenían ese material cancerígeno. La exposición a esos materiales era permanente, pues todos los días se revisaban los vehículos. También los empleados tenían contacto con el amianto mientras realizaban maniobras en el parque de bomberos y durante la extinción de los incendios, indica la sentencia, que ha ratificado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

Un representante sindical afirma que el fallo no tiene precedentes

El fallo tiene en cuenta la declaración de los peritos médicos que concluyeron que la presencia de amianto por asimilación bronquial era el origen del mesotelioma que veinte años después padeció el bombero. Según estos expertos, esta enfermedad puede permanecer latente entre 20 y 40 años. Además, aseguraron que el bombero falleció a consecuencia de la exposición al amianto, y que había una relación directa inequívoca.

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El bombero afectado falleció en 2009, tres años después de su jubilación. La familia, que ha preferido no hacer declaraciones a los medios de comunicación, presentó una reclamación al Ayuntamiento de Madrid, que rechazó acordar la indemnización solicitada, por lo que la familia acudió a los tribunales.

El fallo resalta que el servicio de bomberos de Madrid disponía de equipamiento que contenía amianto desde 1972 hasta 1985. No obstante, las manoplas con amianto no fueron retiradas del servicio hasta 1991.

UGT asegura que el 80% de la actual plantilla trabajó con ese material

El abogado de la familia en el caso, Gonzalo Martos, destacó la importancia de esta decisión judicial de cara a otros casos similares: “La sentencia es importante porque ha habido otros muchos bomberos que estuvieron en contacto con el amianto, y sabemos al menos de un caso en el que una familia se le pasó la fecha para reclamar las responsabilidades”. Este letrado explicó también que el fallecimiento del funcionario municipal se produjo a consecuencia del mal funcionamiento de la Administración: El Consistorio facilitó al Cuerpo de Bomberos durante décadas material que contenía amianto, a pesar de que se sabía el daño que producía en la salud”.

“El amianto estaba en las escaleras de los camiones y en las mantas. Pero en 1996 se detecta que este material era cancerígeno. Gracias a la intervención de los sindicatos se comprueba que era muy contagioso, por lo que el Ayuntamiento acabar retirándolo”, explica Juan González, de la sección sindical de UGT.

Según este representante de los bomberos municipales, el 80% de la actual plantilla de 1.600 trabajadores ha estado en contacto con este material. “Y a partir del 96 desaparece de los vehículos. Y nosotros dejamos de ponernos el traje”, explica funcionario, que asegura llevar 26 años trabajando en este cuerpo municipal. “Este sentencia es muy importante para nosotros. Sin duda crea un precedente. Mis compañeros y yo hemos tocado en incontables ocasiones la manta de la escala, que era de amianto. La hemos tocado en cada uno de los relevos. Y todos los viernes, durante la revisión, movíamos todos los componentes cancerígenos. Y lo que no es menos grave: protegíamos a las víctimas de los incendios con la manta de amianto, para aislarles del calor”, Este sindicalista explica, también, que desde los sindicatos estarán expectantes para detectar si a algún bombero se le detecta un cáncer que pueda estar relacionado con la exposición al amianto: “Ojalá no pase nada, pero con este fallo no hay que descartar nada”.

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