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“No podíamos irnos sin hacer nada”

Vecinos de Teresa se mantuvieron en el pueblo tras la orden de evacuación general dictada por la Guardia Civil

Ezequiel y Manuel fueron dos de las personas que no abandonaron Teresa para defender sus casas de las llamas.
Ezequiel y Manuel fueron dos de las personas que no abandonaron Teresa para defender sus casas de las llamas.ÀNGEL SÁNCHEZ

Mientras los vecinos de Teresa (Castellón) eran conminados a evacuar el pueblo el sábado, algunos, más de una veintena, optaron por quedarse. “No podíamos estar viendo el fuego y no hacer nada”, explica Manuel López, un joven de 36 años. Los que se plantaron ante la Guardia Civil, que insistía en la evacuación total, cogieron sus tractores cuba y se marcharon a combatir el fuego. “Tienen poca capacidad, pero mejor eso que nada”, dice. No pararon de hacer descargas.

El alcalde de Teresa, el socialista Ernesto Pérez, recibió en la mañana del lunes a la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Paula Sánchez de Léon. Creía que llegaba para ver cómo había quedado la zona pero la visita acabó en reproches. “Nos echó en cara que por qué nos habíamos quedado en el pueblo, que debíamos haber cumplido con la evacuación porque ya había bomberos en la zona”, explica. Según Pérez, la delegada les preguntó por qué no se habían ido al puesto de mando de Bejís para seguir desde allí las labores de extinción. “Es que el incendio estaba aquí”, respondió.

Manuel, alguacil de Teresa, explica cómo estuvieron trabajando en la zona del río más cercano a Bejís mientras se adentra por el monte, ya quemado, junto a Ezequiel, otro de los que se quedaron. “Hicimos lo que teníamos que hacer, no tuve miedo” dice. Mientras conduce se queja de la falta de prevención y porque en estos años no se ha limpiado la zona. En cambio, defiende la labor de los bomberos, aunque sin comprometerse: “Son los expertos y pensaron que la prioridad era la [Sierra] Calderona”.

Otros colaboraron con los medios desplegados. Como dos chicos que estuvieron haciendo viajes con sus cubas para reabastecer el vehículo de los bomberos y conseguir así que no se desplazara fuera del pueblo.

Ernesto Pérez, alcalde socialista de Teresa, no duda en calificar de “héroes” a sus vecinos y destaca su altruismo. “Lo he hablado con el equipo de Gobierno y hemos decidido que debemos pagarles por los gastos y daños ocasionados en algunos tractores, pero me han dicho que lo han hecho por el pueblo y que no pedían nada más”.

La heroicidad de los vecinos de Teresa no fue tal para la delegada del Gobierno. Paula Sánchez de León, según el alcalde, les echó en cara que permanecieran en Teresa y no evacuaran el pueblo como se les había ordenado.

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La labor ininterrumpida de esta veintena de voluntarios acabó a las cinco de la madrugada del lunes. Muchos dedicaron la mañana de ayer al descanso. Manuel, quien ha aprendido y relata de memoria el nombre y la capacidad de cada uno de los medios de emergencia, no quiere ni oír hablar de volver a luchar contra el fuego: “Me gusta la tranquilidad, no podría ser bombero”.

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