_
_
_
_
_

“Toqué su pelo y me quemé”

La farmacéutica que la atendió declaró que la piel se le caía y que supo que le habían echado ácido

F. Javier Barroso

“La piel se le caía a cachos. Yo le toqué el pelo y me quemé la mano. Vine a la farmacia a por papel para secarla, pero no sirvió de mucho porque la piel ya estaba toda quemada”. Así de gráficamente explicaba la boticaria María Jesús Sagasti la agresión que sufrió María Ángeles en Ciudad Lineal.

“Estaba moviéndose de un lado a otro hasta que ha salido el empleado de los seguros y se ha agarrado a él. Desde el principio, me he dado cuenta, por la reacción que le estaba haciendo, de que era ácido sulfúrico. La cara se le estaba quemando por momentos”, añadió la farmacéutica, que también fue rociada por el SAMUR con diphoterina. Ella se había lavado antes en su local con agua y jabón y se había puesto crema hidratante.

“Ha sido muy fuerte, muy impresionante, porque hemos visto cómo se iba poniendo mal y ella estaba consciente y gritaba ‘¡mi cara, mi cara!’. El resto de la ropa lo tenía impregnado y también la estaba quemando. Además, existía el riesgo de que inhalara los gases y le quemara las vías respiratorias. Lo ha debido de pasar fatal”, concluyó Sagasti.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_