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Sant Joan regala suelo a un campus católico sin contraprestación clara

El alcalde habla de un “pacto de caballeros” que beneficiará a la población

Una vista de los terrenos cedidos para erigir una sede de la Universidad Católica San Antonio en Sant Joan.
Una vista de los terrenos cedidos para erigir una sede de la Universidad Católica San Antonio en Sant Joan. PEPE OLIVARES

El Ayuntamiento de Sant Joan aprobó en la noche del martes en el pleno, gracias a la mayoría absoluta del PP, ceder una parcela de 50.000 metros cuadrados para crear una Universidad Católica San Antonio (UCAM) en Alicante.

A cambio, la Fundación Universitaria San Antonio, una entidad privada con sede en Murcia y cuyos fines son “la docencia, la investigación y la evangelización”, se compromete a más bien poco. La única cifra económica que figura en el convenio son los 250.000 euros que anualmente deberá pagar la universidad al municipio por el uso de las instalaciones del polideportivo municipal, pero no como contraprestación por el terreno.

El resto del acuerdo es una mera declaración de intenciones y voluntades como que la Fundación “colaborará” con el Ayuntamiento en la implantación de infraestructuras relacionadas con el objetivo social de la fundación (colegios, institutos, infraestructuras deportivas…). Lo que significa nuevos centros privados religiosos en esta localidad del área metropolitana de Alicante.

La nueva Universidad Católica ofrecerá 13 titulaciones. Entre las primeras que pondrá en marcha en edificios provisionales figuran Enfermería, Fisioterapia o Educación Primaria. Y en una segunda fase implantará Medicina, Psicología, Odontología, Turismo, Derecho o Educación Infantil, entre otras. El proyecto llega en un momento en el que los rectores de las universidades públicas y la consejería están redefiniendo el mapa de titulaciones, y estudian suprimir los grados repetidos. En Sant Joan, la Universidad Miguel Hernández tiene también su Facultad de Medicina. Pese a ello, el alcalde, Manuel Aracil, del PP, cree que “no hay duplicidades, porque son complementarias”.

El regidor aplaude el proyecto, cuya inversión rondará los 40 millones de euros. Aracil admite que no hay una compensación económica, pero sí “un acuerdo entre caballeros” para que la Católica conceda becas a los estudiantes, realice actividades culturales y proyectos educativos. Por su lado, el presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, se comprometió “a donar varios millones al Ayuntamiento para obras sociales”, aunque nada de esto por escrito no figura en el convenio. Las obras se iniciarán en el “plazo máximo de dos años”, y la parcela de la futura universidad privada es de uso “dotacional múltiple”.

El portavoz socialista, Edmundo Seva, apoya que se cree empleo y se invierta, pero lamenta que “se otorgue un cheque en blanco, sin valoración económica del precio de los terrenos y sin compromisos concretos por parte de la universidad”.

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