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15 días encendidos contra los recortes

Alumnos, profesores y trabajadores de la Universidad de Sevilla justifican el parón de toda la actividad docente

Manuel Planelles
Alumnos y profesores han vuelto a dar clase este martes en la calle.
Alumnos y profesores han vuelto a dar clase este martes en la calle.JULIÁN ROJAS

Los alumnos han intentado mantener encendida la Universidad de Sevilla (US) contra los recortes durante las dos últimas semanas. Con una antorcha como símbolo, los universitarios sevillanos han estado a la vanguardia de las protestas de todo el país, entre otras cosas, porque el reglamento de estudiantes les permite recurrir a la figura del paro académico. El paro fue aprobado en asamblea a mediados del mes pasado por el consejo de estudiantes (Cadus) y ha supuesto la paralización de toda la actividad docente en la segunda universidad con más matriculados de España. Arrancó el 24 de mayo y concluye mañana con una manifestación. Entre medias ha habido encierros, dos manifestaciones multitudinarias, sesiones de estudio nocturnas, clases en la vía pública, algún corte de carretera y acciones más imaginativas como una performance en algunas de las estatuas de la ciudad.

“No hemos parado de hacer movilizaciones”, ha sostenido este martes Pilar Domínguez, portavoz de los estudiantes. “Queríamos dar un toque de atención sobre lo que se nos viene encima”, ha dicho sobre el aumento de tasas y el endurecimiento de los requisitos para acceder a una beca.

Huelva: 200 becados menos

El rector de la Universidad de Huelva, Francisco Martínez, ha señalado este martes que si la nueva normativa de becas fuera aprobada por el Gobierno central tal y como fue presentada el pasado viernes a los rectores “entre 200 y 300 estudiantes” podrían perder su ayuda. Martínez ha recordado que los rectores han propuesto al Ministerio de Educación que “posponga” la aplicación del decreto para el próximo año, ya que al plantearse en junio, “los alumnos apenas tienen margen de maniobra”.

Varias universidades están realizando estimaciones del impacto que tendría entre el alumnado el endurecimiento de los requisitos para acceder a la enseñanza superior. La Universidad de Sevilla, por ejemplo, sostiene que alrededor de 3.000 becados podrían quedarse sin ayuda el próximo curso.

Respecto a la subida de las tasas, Francisco Martínez ha opinado que es “demasiado progresiva”, por lo que ha defendido que “se baje esa proporcionalidad”. Ha insistido en la dificultad a la que se enfrentará “un alumno que suspenda una asignatura, se quede sin beca y encima tenga que hacer frente a una plaza en la Universidad relativamente alta”.

Representantes de los estudiantes, de los profesores y del Personal de Administración y Servicios (PAS) se han reunido en el centro de operaciones de las protestas (la facultad de Geografía e Historia, en el mismo edificio en el que está el Rectorado) para hacer un balance del paro. “Ha sido una respuesta excepcional”, resume el catedrático de la facultad de Comunicación Manuel Ángel Vázquez Medel, quien ha elogiado también la “responsabilidad” de los estudiantes durante las protestas, en las que no se han producido incidentes reseñables. En su opinión, los 15 días de parón están justificados ante el “mayor ataque contra la Universidad pública de la historia”, en referencia a los recortes que está imponiendo el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes.

El sentimiento mayoritario en la Universidad de Sevilla es de rechazo al tijeretazo que el Gobierno está realizando a través de los dos decretos aprobados ya y el que está en camino (sobre becas). El Claustro, el máximo órgano de la US en el que están representados todos los sectores, aprobó por unanimidad el 21 de mayo una declaración en la que se censuraban esos recortes.

Las medidas del Ejecutivo del PP afectan a toda la comunidad educativa. A los alumnos, por el incremento de tasas y la previsible reducción de ayudas. A los profesores, por el aumento de carga lectiva que puede acarrear una salida de docentes. Y también habrá consecuencias para el resto de los trabajadores. “Si se eliminan alumnos y profesores, luego se eliminarán a los PAS”, ha sostenido Carlos Arístides Muñoz, representantes de este sector.

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Vázquez Medel ha querido fijarse en los daños a los alumnos. Varios rectores han alertado de que encarecer el acceso a la Universidad y restringir las becas puede provocar un descenso de las matriculaciones el próximo curso. “Las medidas van a impedir a muchas familias que sus hijos vayan a la Universidad o que permanezcan en ella”, ha vaticinado Vázquez Medel. El problema del aumento de los precios y la reducción de las ayudas es que llegan en un momento crítico para muchos hogares por la crisis. Vázquez Medel ha resaltado que 130 alumnos de su facultad no se examinarán en junio al no haber podido pagar las tasas. La morosidad en el pago de las matrículas en la US ha aumentado en tres millones de euros respecto al curso anterior, según informan fuentes de esta institución.

Pese a ser generalizado el rechazo a los recortes, también ha habido algunas voces contrarias al paro académico que, a diferencia de una huelga, ha supuesto la suspensión de toda la actividad docente. Dos asociaciones minoritarias, Despierta (alumnos) y Rector Machado y Núñez (profesores), han puesto en duda la legalidad de la protesta y se han quejado ante el Rectorado, que certificó en su día que el paro cumplía con los requisitos establecidos en el reglamento de estudiantes de la US.

Los alumnos tenían “legitimidad” para convocar el paro, ha recordado este martes la vicerrectora de Estudiantes de la US, Julia de la Fuente. “El Cadus tiene un peso y una legitimidad que no se puede comparar con nada en la universidad”, ha añadido. Los delegados de este órgano son elegidos por los alumnos y el paro se convocó después de que se celebraran asambleas en los 25 centros de la US.

De la Fuente cree que uno de los problemas de fondo en este asunto es que muchas veces se olvida que los estudiantes universitarios “son mayores de edad”: “Pueden votar al presidente del Gobierno o votar en un referéndum si quieren que entremos en guerra, y en la Universidad de Sevilla ocupan el 30% de los órganos de gobierno”. La vicerrectora ha informado de que, “en general, no ha habido incidencias graves durante el paro académico”.

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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