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El desmarque de la dirección de Aralar

El partido tacha ahora de “parciales” leyes que votó favorablemente

La firma de la proposición de ley por tres de los cuatro parlamentarios del grupo de Aralar, los tres ya expulsados del partido por desobedecer órdenes de la ejecutiva, dio ocasión a un nuevo choque. La formación se hizo presente en el asunto a través de un comunicado en el que viene a desautorizar a Aintzane Ezenarro, Mikel Basabe y Oxel Erostarbe, aunque ni siquiera los menciona, toda vez que ya no forman parte de sus filas.

La opinión oficial de la formación que dirige Patxi Zabaleta, principal impulsor de la búsqueda de una alianza estratégica con la izquierda abertzale ilegalizada de la que se escindió hace una década, es que la iniciativa resulta “precipitada”. Todavía no hay relaciones normalizadas entre todos los partidos, afirmó en su comunicado y persisten, a su entender, “dificultades para poder desarrollar un diálogo sin exclusiones tanto dentro de las instituciones como fuera”.

Aralar critica que el proyecto se base en las leyes de víctimas aprobadas hasta ahora, que tacha de “parciales”, aunque en su momento las votó favorablemente, al menos en el caso de la ley vasca, que respaldó en junio de 2008. Ahora considera que ofrecen “un relato parcial de lo ocurrido”, lo que las convierte en “un débil punto de partida”. Aralar aduce, entre sus motivos para no respaldar la proposición de ley presentada ayer que tampoco se ha terminado de recorrer “el camino institucional para el reconocimiento de todas las víctimas”, en lo que parece una referencia implícita a los decretos de abusos policiales, en preparación, pero todavía no aprobados.

El partido de Zabaleta, cuyo único representante al que reconoce ahora en el Parlamento es Dani Maeztu, quien ayer no firmó la proposición de ley, considera que el PSE-EE actúa “deprisa y corriendo” en un momento en que lo que tocaría es “fomentar y trabajar el diálogo”.

Aralar, que hasta su apuesta por Amaiur en las elecciones del 20-N estuvo actuando con toda normalidad en la Cámara vasca, pone ahora el énfasis en que, antes de nada, son precisos “acuerdos de mínimos” entre todos los partidos, lo que incluye a la ilegalizada Batasuna.

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