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Pubs no aptos para ñoños

El exdirector del Musac comisaria la exposición ‘Cómplices del arte’, en la Fundación Canal y, además, escribe una novela. Su ruta, desde las terrazas de su barrio hasta el parque de las tetas

Rafael Doctor, en la Casa encendida.
Rafael Doctor, en la Casa encendida.CRISTÓBAL MANUEL

1. La Casa Encendida. Es el emblema de lo mejor de la cultura de la última década en Madrid, marcando una manera propia de hacer las cosas, absolutamente pegada a la realidad social. Es un ejemplo que aporta al mundo de como hacer cultura desde el sector privado con un sentido absolutamente público. Que los problemas que arrastra Bankia puedan acabar con este espacio sería una catástrofe irreparable.

2. Restaurante Musashi. Conocido como Japotalego por aquellos menús de comida japonesa a mil pesetas, sigue siendo el mejor restaurante japonés en relación calidad precio. La atención es impecable y, a pesar de que esté lleno, es tan ágil que siempre encuentras sitio. (Las Conchas, 4)

3. La Sueca. Hay que tener un bar preferido de la misma forma que tienes un mejor amigo. Durante estos años, y gracias a Maribel y a Pablo, dos actores de Valladolid que trabajan de camareros, es mi bar de copas preferido de Madrid. Últimamente amenazan con un traspaso que me alegro de que finalmente no se produzca. (Hortaleza, 67)

4. Black and White. Es el discopub más emblemático de Chueca y un lugar que sigue manteniendo su estilo ecléptico, su clientela variadísima y una atención exquisita. Es un lugar en general para personas valientes no apto para finolis o personas ñoñas. (Libertad, 34)

5. Fresh Gallery. Topacio Fresh y su marido Israel Cotés han sabido hacer algo más que una galería de arte. Es el espacio artístico privado donde cada una de las inauguraciones son verdaderos eventos y donde la sorpresa siempre es posible en la agilidad de sus propuestas. (Conde de Aranda, 5)

La vida en Ópera

Rafael Doctor (Calzada de Calatrava, Ciudad Real, 1966) vive entre su pueblo, Níjar y Ópera, su barrio desde 1987. En la actualidad trabaja con un grupo investigador en el Manual del arte español contemporáneo.

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6. Restaurante De Prado. Es un magnífico ejemplo de que uno puede comer de calidad de chef en cualquier plato del día. El trato es excepcional y se sale con la sensación que ha comido dos veces el valor de lo que ha pagado. (Silva, 2)

7. El Rastro. Es la mejor opción para el domingo. Con la calle Mira el Rio Baja, con el nombre más bello que calle pueda tener en Madrid, y sus aledaños. Un buen recorrido suele acabar en la Almoneda de Vicente.

8. Terrazas de la calle Santiago. Aquí, detrás de mi casa, y en Costanilla de Santiago se arremolinan varios bares y terrazas al lado de la calle Mayor por donde me puedo pasar tranquilo el día danzando, desde el desayuno en la churrería Ch & Ch (que mi amiga Marta y yo llamamos Chocho) o tomando un gin tonic al caer el día.

9. Parque de las tetas. El lugar más sublime de Madrid. En una época de mi vida fue un lugar muy presente ya que mi pareja era de Moratalaz. Siempre que conozco a una persona importante en mi vida, de una forma impulsiva la llevo allí. Ahora estoy escribiendo una novela, La tormenta de amor, donde aparece este parque.

10. Puerta del Sol. Ahí brotó una semilla hace un año que hizo cara a la injusticia en la que se basa el sistema mundial, una semilla apaleada finalmente por todos pero que durante un tiempo sembró por todo el mundo un sentido de esperanza gritando que otro mundo mejor es posible. Será siempre ese lugar que al pasear nos debe recordar que tenemos y debemos soñar con un presente y un futuro mejor para la humanidad.

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