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El futuro del PSOE andaluz

Los críticos dan un golpe de mano contra Cabaña

El sector afín a Griñán nombra a un nuevo portavoz en la Diputación gaditana

Susana Díaz junto a Francisco González Cabaña, el lunes 7 de mayo.
Susana Díaz junto a Francisco González Cabaña, el lunes 7 de mayo.GARCÍA CORDERO

Siete de los 12 diputados provinciales del PSOE de Cádiz han firmado un escrito para arrebatarle la portavocía del grupo socialista en la Diputación gaditana, donde gobierna con mayoría absoluta el PP, al secretario provincial de su propio partido, Francisco González Cabaña. Los diputados argumentan que lo han hecho para dar un “nuevo impulso” a su formación aunque Cabaña había anunciado que iba a renunciar a este cargo el próximo 21 de mayo. Se trata de un golpe de mano de los críticos a la dirección provincial para imponer su fuerza, aumentada tras los resultados de las pasadas elecciones autonómicas.

Cabaña perdió la presidencia de la Diputación en las pasadas elecciones municipales. Se mantuvo en la portavocía de la oposición, a pesar de que el sector crítico, más afín a José Antonio Griñán y Susana Díaz, le reclamó que diera un paso atrás. Cabaña no lo hizo e incluso se colocó en puestos de salida en las elecciones generales para convertirse en diputado.

El líder provincial del PSOE denuncia la “ilegalidad” de la maniobra

Desde entonces ese mismo sector aspiraba a que el secretario provincial dejara la portavocía en la Diputación. Lo intentó varias veces pero Cabaña resistió hasta que hace unos días confirmó que renunciaría en el pleno del día 21. Los renovadores, que querían tener asegurada una mayoría para elegir a su portavoz, han adelantado el cambio. Lo han hecho presentado un escrito en el registro de la Diputación en el que siete diputados anuncian que Cabaña ha dejado de ser portavoz y que su sustituto es la alcaldesa de Sanlúcar, Irene García. Se acogen al artículo 22 del reglamento de la Diputación que especifica que el cambio de portavoz se realiza con la presentación de escrito al presidente con la firma de la mayoría de diputados de grupo. Los firmantes son Irene García, Fernando López Gil, Pilar Sánchez, María del Carmen Matiola, María Naval, Diego Sánchez Rull y José María Román. A Cabaña le han quedado cuatro diputados fieles: Federico Pérez Peralta, Olga González, Gema Araújo y Alfonso Moscoso.

Los diputados críticos dicen que este cambio es fundamental para dar al grupo socialista “un nuevo impulso”. ¿Por qué no han esperado al 21 de mayo? Podían haberlo hecho pero claramente ha sido una manera de escenificar su peso y el nuevo rumbo del partido ante la celebración de las asambleas locales la próxima semana para elegir los delegados que irán al congreso regional. También porque la próxima designación de cargos en la Junta podía hacer mover algunos diputados provinciales, de forma que podían no sumar mayoría suficiente y que se impusiera un candidato distinto.

Para esta maniobra ha sido fundamental la decisión de José María Román, a quien Cabaña había ofrecido en privado ser su sucesor. Román ha preferido convertirse en portavoz adjunto de Irene García y aliarse así con los renovadores, que están llamados, salvo sorpresa, a liderar el partido a partir del congreso provincial de julio, un congreso al que ya Cabaña no puede presentarse por razones estatutarias.

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Cabaña no tira la toalla. Este jueves denunció que el escrito de estos diputados es “ilegal” porque el reglamento interno del PSOE obliga a elegir al portavoz de la Diputación en una votación que no se ha producido. En realidad, los renovadores pretendieron forzar esa votación en una reunión la semana pasada pero Cabaña no la permitió.

Este ha pedido al presidente José Loaiza, del PP, que anule ese escrito y también lo recurrirá en su partido. “Es incomprensible lo que han hecho. Solo sirve para ahondar en la fractura del partido. Hay intereses ocultos en abrir esta brecha. Desnudan nuestras miserias en la plaza pública”, se quejó Cabaña, quien dice sentir “asqueo” de las luchas internas. Él se opone a Irene García como portavoz en la Diputación porque, en su opinión, “aunque es una alcaldesa muy válida, no tiene tiempos para asumir más cargos”. García y Cabaña ya habían medido fuerzas en la elección de delegados al congreso federal. García apoyaba a Carme Chacón. Cabaña, a Rubalcaba. Entonces Cabaña ganó, aunque por estrecho margen.

Cabaña conocía las intenciones de los críticos desde hace días y así se lo dio a conocer el miércoles a la dirección regional. “No han hecho mucho esfuerzo para pararlo”. También adelantó que esta “maniobra” crispará los ánimos en las próximas asambleas para elegir delegados al congreso regional, con lo que se dificultará la presentación de listas conjuntas. Cabaña sabe del apoyo que estos “disidentes”, como él los llama, tienen en Sevilla. Aunque este respaldo no es público. De ahí la mención. “Ellos se apropian y hablan en el nombre del padre cuando no sabemos qué piensa el padre”, en alusión a Griñán.

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