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El PP propone una financiación singular para Cataluña

Millo aspira a un modelo más equilibrado dentro de la LOFCA

Àngels Piñol
Enric Millo, junto a Alicia Sánchez-Camacho.
Enric Millo, junto a Alicia Sánchez-Camacho.MARCEL·LÍ SÀENZ

El Partido Popular (PP) entró el martes en la arena del debate sobre el pacto fiscal reclamando un modelo de financiación singular más “equilibrado” para Cataluña. Su idea es que el sistema contemple una mejora de la financiación con una mejor redistribución fiscal y que el Estado invierta de acuerdo con el esfuerzo que realizan los catalanes. Los populares vienen a proponer una tercera vía: no reclaman, como CiU, la llave de la caja, pero defienden este patrón asimétrico o un “autonomismo” diferencial, pero siempre dentro de la LOFCA.

El portavoz popular, Enric Millo, presentó el plan, que está inspirado en esa suficiencia financiera, en una participación mayor en los impuestos y en una solidaridad limitada en el tiempo con el fin de que, una vez realizado, no pierda posiciones en el ranking de riqueza de las autonomías. El borrador será debatido por un millar de compromisarios en el congreso que el PP catalán celebrará el 5 y el 6 de mayo en Barcelona.

“No se trata de recaudar y gestionar más impuestos, sino de que haya una más justa redistribución del esfuerzo fiscal”, afirmó Millo, que defendió que la LOFCA se puede mejorar sin romperla. Miembros del Gobierno de Mariano Rajoy y de la cúpula del PP catalán están estudiando ese modelo. Millo admitió que las posturas pueden ser no del todo coincidentes, pero apuntó que la parte catalana está haciendo la “máxima pedagogía posible” en ese sentido. Millo rechazó, eso sí, el concierto vasco por “anticuado” —“lo que cuenta es el resultado final”— y lanzó un aviso al Gobierno de Mas: afirmó que el PP catalán tiene una relación directa con el Gabinete de Rajoy y vino a decir que su plan tiene más posibilidades de obtener el beneplácito del Ejecutivo central.

La ponencia política será la estrella de las cuatro que se debatirán en el congreso de los populares, en el que se refrendará el liderazgo de Alicia Sánchez-Camacho y las relaciones entre CiU y el PP, en un estado delicado tras el rechazo de los nacionalistas a los presupuestos del ministro de Economía, Cristóbal Montoro. Los populares quieren refundar el partido bajo el principio de que son una formación de alternativa real al Gobierno tras el salto que dieron en las municipales (alcaldías de Badalona y Castelldefels) y la Diputación de Barcelona.

En la ponencia, se repudia la agenda “separatista” de CiU, se alude al “coste económico” de ese soberanismo y se sostiene que una sociedad “subvencionada y adoctrinada por el nacionalismo oficial”, con sus “dogmas nacionalistas petrificados”, es “un grave problema para Cataluña”. Millo negó que la diatriba suponga una nueva frontera en sus relaciones con el Gobierno de Mas: “El antes y el después lo marcará la refundación del PP catalán”, dijo.

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