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Si López ataca a Rajoy, adelanto electoral

El PP marca el límite de su apoyo al PSE-EE, aunque es partidario de agotar la legislatura El PP cree que ya no hay razones que justifiquen el actual pacto

Patxi López durante su intervención en el Museo Marítimo de Bilbao para anunciar medidas contra la crisis.
Patxi López durante su intervención en el Museo Marítimo de Bilbao para anunciar medidas contra la crisis. JESÚS URIARTE

El PP ha marcado ya la línea roja en su apoyo al Gobierno vasco: Si Patxi López utiliza su condición de lehendakari para fustigar la política de Mariano Rajoy habrá adelanto electoral en Euskadi. Antonio Basagoiti, muy por encima de la desafortunada alusión descalificante a Homer Simpson, “no va a permitir” que López se convierta en el líder de la oposición al Gobierno central. Ni siquiera, sus propios consejeros. “No pueden aprovechar foros institucionales como hace Isabel Celaá en un acto de la Universidad para cargar contra la política del PP”, advierten sin temblar los populares vascos.

Sin diálogo Sabin Exea-Ajuria Enea

Horas antes de que confirmara en el Parlamento la designación de Jesús Loza como su comisionado para la paz, el lehendakari, Patxi López, telefoneó a Iñigo Urkullu, presidente del EBB del PNV, para adelantárselo como señal de deferencia ante el primer partido de la oposición. Se inició así una corta conversación telefónica desde los despachos de Ajuria Enea y Sabin Etxea, en la que Urkullu transmitió a López su escasa confianza en la habilitación de la figura del comisionado dentro del debate sobre el futuro de Euskadi sin violencia. “Yo no lo veo”, le vino a decir el dirigente jeltzale, salvando, eso sí, la figura de Loza. El lehendakari ratificó su apuesta.

Solventada esta discrepancia, Urkullu planteó la conveniencia de que ambos políticos mantuvieran una reunión con la crisis económica como único tema. López, entonces en vísperas de su viaje a India al frente de una delegación empresaria, aceptó la iniciativa y se comprometió a cruzar las agendas para encontrar la fecha de este encuentro. Fuentes de ambas partes confirman que la reunión no se ha convocado todavía.

En esencia, es un capítulo más de la inexistente relación entre estas dos figuras políticas, donde el recelo mutuo aborta toda aproximación. No obstante, entre el PNV y el Gobierno vasco existe una vía de interrelación propulsada por el consejero de Interior, Rodolfo Ares. De hecho, horas antes de su comprometida comparecencia en el Parlamento para dar explicaciones sobre la actuación de la Ertzaintza en los incidentes que provocaron la muerte de Iñigo Cabacas, Ares habló con Urkullu para asegurarse cuál iba a ser la actitud del PNV en la comisión. El consejero salió indemne.

¿Es sostenible esta situación para el Gobierno vasco? Fuera del pacto de estabilidad, y especialmente desde el PNV, se trabaja con la idea de que en noviembre habrá adelanto electoral. “No se entienden entre ellos, cada vez más el PSE-EE va a querer marcar un perfil propio y el PP se va a cansar”, aseguran desde el EBB. Sin embargo, las voces oficiales de PSE-EE y PP coinciden, y sin fisuras, que “hicimos un acuerdo de legislatura y vamos a demostrar que lo cumplimos porque no hay razones que nos obliguen ahora mismo a no hacerlo”, aseguran desde Lehendakaritza. Entre los populares vascos, el estribillo es idéntico: “las críticas de Basagoiti a López han sido un toque de atención y nosotros hemos hecho un pacto para cuatro años que vamos a cumplir”.

Para sortear el efecto de los rumores sobre la viabilidad de su Gobierno, el lehendakari se ha marcado una hoja de ruta. “Los partidos han de ser quienes debatan estas cuestiones y, mientras tanto, centrarte en la inercia que supone seguir gestionando, ir haciendo las cosas”. ¿Hasta el punto de ser inmune a las exigencias del PP? “El lehendakari no va a ser un ariete contra Rajoy, va a ser un referente de otra manera de entender la política económica y social, y así lo va a seguir haciendo porque también lo dijo cuando gobernaba Zapatero”, recuerda uno de sus asesores más directos. Lógicamente, si esta crítica harta a Basagoiti, “ellos sabrán lo que hacen, pero como Gobierno tenemos que defender unas posiciones muy claras”, advierte la misma fuente, consciente de que “en política nunca se puede decir asegurar qué es lo que va a pasar mañana”, en clara alusión a la indefensión socialista para asegurar que se agotará su mandato en marzo de 2013.

En el resto del Parlamento, nadie cree que al PP le interese adelantar las elecciones. “Tienen muy presente lo que les ha pasado en Andalucía, sobre todo, y en Asturias y que como sigan los recortes, va a ir a peor, así que se aguantarán”, señala un socialista vizcaíno. Desde el PP lo reconocen. “No tenemos ninguna urgencia en que se celebren las elecciones, la economía no va a ir a mejor a corto plazo porque hay que aplicar una serie de medidas y, además, tenemos sentido de gobierno”, admiten en la cúpula de Basagoiti.

La izquierda radical no tiene prisas y en Ezker-Anitza desean esperar a Sortu
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En Ezker-Anitza y en Amaiur, tampoco sienten una irrefrenable necesidad de que se precipite el final de la legislatura. “No sería bueno que antes de conocer la situación de Sortu se convocaran elecciones en Euskadi porque volvería a repetirse la actual situación y lo que se necesita es un Parlamento a pie de igualdad”, señalan en el partido de Mikel Arana. Para la coalición abertzale, “no entramos en esas cuestiones porque creemos que en paralelo hay cuestiones más determinantes como pueblo en la actual situación que se ha creado y solo vemos un deseo del PNV por intentar recuperar el poder cuanto antes”, se apunta desde uno de sus partidos.

El PNV, en cambio, da razones para sustentar la conveniencia de un adelanto electoral en Euskadi, aunque es consciente de que “no depende de nosotros”. Pero desde su dirección se aprecia que “es insostenible un acuerdo que ya no tiene ninguna razón de ser, que se trata de dos partidos opuestos ideológicamente, que se están haciendo oposición entre sí y que no están en las mejores condiciones para dar una respuesta a las necesidades que tenemos aquí ante la crisis económica”, afirman.

Desde el entorno socialista niegan “la mayor” de este análisis crítico de los nacionalistas. “Creo que nos hemos olvidado de cuál es el clima de sosiego en el que estamos y de la crispación de la que veníamos, o de todo lo que se está haciendo para mantener en Euskadi unas cotas económicas que nos permiten estar mucho mejor que en otras comunidades aunque claro que hay crisis”, reflexionaba un exconsejero socialista, opuesto al adelanto electoral “porque no hay nada que lo justifique”. Más aún, asegura que “la gestión económica de este Gobierno ha sido correcta y en eso no hay discusión”.

Precisamente este dibujo en positivo sobre el balance en materia económica será uno de los pilares sobre los que el PSE-EE articulará su discurso, como ya empezó a hacer ayer mismo en Bilbao. “Hay razones a punta pala para mantener este Gobierno y agotar la legislatura”, enfatizaba un dirigente socialista alavés. “Con una forma distinta de hacer política se ha conseguido una convivencia como nunca, se ha acabado con la idea de las dos Euskadi y en el tema económico a diferencia de Rajoy que solo viaja para hablar de recortes, aquí tenemos un lehendakari que encabeza delegaciones empresariales para ayudar a invertir y que está resolviendo con solvencia algunas cuestiones que jamás se habían planteado”, añade la misma fuente.

En el ámbito empresarial, por su parte, se asocia el adelanto electoral a un clima de “interinidad” que “no sería nada bueno”, advierte uno de sus representantes. “Lo ideal es que se llegara a una unidad de acción, a unos planes estratégicos compartidos porque sabemos que vienen tiempos difíciles aunque nuestros datos no hablan de inestabilidad económica no financiera porque se han ido haciendo las cosas bien”, remata.

El PNV, en cambio, aporta datos para desmontar este discurso radiante de los socialistas. “Ahí está la cifra de deuda desorbitante a la que se está llegando y que va a hipotecar gran parte de la gestión de próximas legislaturas, la pésima gestión en Lanbide en unos momentos tan importantes o el empecinamiento en no atender a las Diputaciones en planes de desarrollo o en abrir enfrentamientos desde el primer día”, denuncian.

En el seno del pacto PSE-PP, las críticas nacionalistas son interpretadas como un reflejo de que “están locos por la música de adelantar las elecciones”, entiende un dirigente popular. Pero Basagoiti no va a poner en bandeja el objetivo al PNV. “No está en nuestra agenda el acuerdo con Urkullu y a nosotros lo que nos interesa es que tengamos las cosas claras de hasta dónde se puede ir en las críticas a Rajoy para que se separen las funciones de cuándo se hacen”. Un ejemplo práctico, según el cuaderno del PP vasco: “López podría hacer estas valoraciones en la clausura de un congreso de socialistas, pero no en un acto institucional de Euskadi en su calidad de lehendakari”.

Para una mayor precisión, Basagoiti ha trasladado a López la conveniencia de una reunión, más allá de superar la incomodidad que supone haber cuestionado públicamente su laboriosidad y falta de estudios. No obstante, los segundos escalones de ambos partidos han coincidido en “no echar más leña al fuego”, según informan desde el PP. Con todo, en el sector más ideológico del PSE-EE se admite la dificultad que entraña “no poder hacer nuestra política ni de decir lo que pensamos” ante los recortes de Rajoy. “Ellos sabrán lo que hacen”, lanza al aire.

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