Homenaje a los 5.500 catalanes muertos por las bombas de la Guerra Civil
En el castillo de Montjuïc se inaugura la exposición 'Catalunya bombardeada', que recorrerá los pueblos que sufrieron la acción de la aviación
Manel Cardeña tenía cinco años cuando estalló la Guerra Civil, pero todavía recuerda el día que vio, desde la azotea de su casa en el Clot, los aviones bombardear la Barceloneta y Poblenou; como al lado de su casa cayó una enorme bomba que no estalló y como los días festivos, junto con sus padres, paseaban por la ciudad para ver los devastadores efectos de la destrucción que llegaba desde el cielo. Han pasado 75 años y ayer, Cardeña rememoró sus recuerdos junto a medio centenar de personas que vivieron y padecieron situaciones similares.
Fue durante el acto institucional que se celebró en el castillo de Montjuïc de homenaje a las 5.500 víctimas mortales y los 154 municipios catalanes bombardeados en los tres años de conflicto. En el acto, aparte de muchos de los supervivientes, estuvieron presentes Joana Ortega, vicepresidenta del Gobierno; el teniente de alcalde de Cultura, Jaume Ciurana; alcaldes de los municipios bombardeados, y un grupo de escolares de 4º de ESO que leyeron textos, muy emocionantes, de los diarios escritos por alumnos de sus centros durante la guerra.
Tras el acto, se inauguró la exposición Catalunya bombardeada, que, con imágenes y gráficos, explica el acoso sufrido bajo las bombas. Enorme en el caso de Barcelona: en dos días de marzo de 1938 cayeron 44 toneladas de bombas indiscriminadas. La exposición, organizada por Memorial Democrático, está previsto que recorra las localidades afectadas. Ayer, muchos de los que vivieron la guerra que estaban en Montjuïc parecían que no la habían superado: su cara y sus lágrimas les delataban.