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Reprimenda del obispo de Castellón a los profesores

El primado acusa a los maestros de disuadir a los alumnos para que no se estudie religión

Casimiro López Llorente, obispo de Segorbe-Castellón.
Casimiro López Llorente, obispo de Segorbe-Castellón.ÁNGEL SÁNCHEZ

Al obispo de la diócesis Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, se le conoce por una discreción que no tuvo su antecesor, el polémico Juan Antonio Reig Pla, ahora obispo de Alcalá de Henares. Pero su último artículo publicado en la Hoja Parroquial ha levantado heridas en el entorno educativo. Aprovechando el inicio del periodo de inscripción en los centros escolares, el prelado ha manifestado que la asignatura de religión está en una “situación antidemocrática” y ha acusado al profesorado de coaccionar y mofarse de los padres que pretenden inscribir a sus hijos en esta materia.

“Según me indican los mismos padres y alumnos, en algún colegio público se intenta disuadir a los padres que piden religión para sus hijos y existen profesores que se mofan de ellos porque cursan esta asignatura”, escribe López Llorente.

El obispo asegura que los padres “no tienen fácil” inscribir a sus hijos en religión y arremete contra la legislación actual. “La legislación ha venido poniendo trabas a la clase de religión al no equiparla al resto de las asignaturas fundamentales como está acordado con la Santa Sede, para concretar el derecho constitucional de los padres a educar a sus hijos conforme a sus convicciones religiosas”, dice.

Para el obispo, esto supone una “clara discriminación que sufren los alumnos” que cursan religión, ya que “no existe una verdadera alternativa para el resto de alumnos”. “Una discriminación que aumenta cuando la clase de religión se pone al comienzo o al final del horario escolar”, recalca.

Los directores de colegios niegan las discriminaciones

Por todo ello, afirma que esta materia está en una “situación antidemocrática” y tanto sacerdotes, como profesores “de religión y cristianos” y catequistas deben “ayudar a los padres católicos para que valoren la clase de religión y no se dejen amedrentar por los intentos de que sus hijos no reciban formación religiosa en la escuela por la facilidad de tener una asignatura menos”.

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Estas afirmaciones no han gustado nada al colectivo de directores de colegios públicos de Castellón que niegan cualquier tipo de discriminación ni coacciones. Al contrario, aseguran que desde los centros hasta se llega a “proteger” a los profesores. “Desde la Consejería de Educación no existe asignación presupuestaria para estos docentes y, desde los colegios, se decide dar la asignación para gasto didáctico que no dan tampoco desde el obispado”, afirman desde el colectivo. Según explican, se trata de una asignación que ronda los doscientos euros al año para compras de material.

“No solo no hay discriminación, hay absoluta igualdad y nos duele que aun dando una asignación que no nos corresponde se hagan manifestaciones así”, afirman.

Además, aseguran que no han tenido nunca conocimiento de problemas a la hora de realizar las matrículas y recuerdan que si se da algún caso en el que haya un mínimo de diez alumnos que sean de otra religión con la que haya acuerdo están obligados a dar esa asignatura. Algo que no se da en Castellón pero sí en algún centro de Valencia.

En el presente curso, de los casi 63.000 alumnos inscritos en educación infantil, primaria, secundaria y bachillerato en los centros de la diócesis Segorbe-Castellón, el 61,52% se inscribió en religión.

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