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Madrid, la ciudad más cara para viajar en trasporte público, según la OCU

Calcula que el impacto del "tarifazo" para una familia media oscila entre 160 y 360 euros al año Considera que la medida penaliza al viajero ocasional y apuesta por el abono frente al metrobús

Los viajeros, desde el "patético" al "no gusta a nadie", desde el enfado a la aceptación resignada del incremento "tal y como está el país".Vídeo: B.BORGES / A. R. DE LA RÚA / P. CASADO
El País

La subida del 11% de media en los precios del transporte público -que incluye picos como un incremento de casi el 30% en el metrobús y un fuerte ascensro del viaje al aeropuerto, que dobla su precio a cinco euros- colocan a Madrid lejos de ser la ciudad con el billete más barato, como sostiene Esperanza Aguirre. Tan lejos que, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), se ha convertido en la más cara de toda España para viajar en metro y autobús.

En un comunicado, la OCU ha criticado las subidas de las tarifas del transporte público, que califica de "brutales". A su juicio, se trata de un "tarifazo abusivo y perjudicial para los usuarios" que "agita la calle y las redes sociales", por lo que, en nombre de los consumidores, lamenta que el representante de los usuarios en el Consorcio Regional de Transportes votase el miércoles a favor de la medida -otra organización de consumidores, Facua, ha exigido su dimisión-.

La organización ha analizado el impacto que supondrá la subida de las tarifas a partir del 1 de mayo entre los usuarios, que divide en viajero de uso irregular u ocasional, de uso moderado y de uso intensivo. A los tres grupos les hace recomendaciones para que su bolsillo sufra lo menos posible. Según los cálculos, la subida tendrá un coste de entre los 160 y 360 euros anuales para una familia media de cuatro miembros.

Según señala la OCU, la gran víctima de la subida será el viajero ocasional, es decir, los que realizan unos 30 viajes al mes y compran billetes de metrobús (de 10 viajes en cualquiera de los dos transportes). Tendrán que poner 89 euros más al año y, a su juicio, deben seguir comprando este tique porque es el que más les conviene. En cambio, la OCU recomienda a los  que realizan un uso moderado del transporte público, unos 50 viajes al mes, que prioricen la opción del abono mensual frente a la del metrobús y les advierte de que, con todo, tendrán un incremento anual de 53 euros. A los usuarios de uso intensivo, unos 90 viajes al mes o más y compradores del abono mensual, la medida les saldrá por 41 euros más al año.

Las subidas contemplan que el billete sencillo de metro se mantiene en 1,5 euros -ya subió en agosto de 2011 un 50%-, pero solo será válido para trayectos máximos de cinco estaciones, y por cada estación adicional se deberá pagar 0,10 euros más hasta el límite de dos euros. Esta modificación implica una subida del 25% para "la mayoría" de los que lo usan. La presidenta regional, Esperanza Aguirre, ha repetido hasta en tres ocasiones esta semana que dicho título "no se toca". Este cambio implica además que se tendrán que hacer modificaciones en los sistemas de accesos y salidas del Metro que aún no se han cuantificado.

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El metrobús subirá un 29% al pasar de 9,3 a 12 euros. En cuanto a los abonos mensuales, el a (el más económico y usado) sufre un incremento cercano al 8%. Como novedad, se incorpora el bono de trasbordo, que permite coger dos autobuses diferentes durante un intervalo de 60 minutos con un precio de 18 euros para 10 viajes. Únicamente los abonos anuales se libran de las subidas: el más barato sigue en los 523,6 euros actuales. La OCU tilda de "guiño a los taxistas" -son los únicos que han celebrado la medida- el encarecimiento del viaje a Barajas. Un turista o madrileño que llegara el avión a la capital pagaba ahora 2,5 euros por llegar a la ciudad y a partir de mayo tendrá que abonar 5 euros.

La organización de consumidores sospecha que esta "espectacular subida" pueda marcar "el camino para otras ciudades y otros servicios públicos". En la misma línea, Tomás Gómez, ha dicho tras reunirse con asociaciones sindicales y vecinales para analizar la subida de las tarifas del transporte público, que esta supone "la puntilla al transporte público". Al igual que los ecologistas, la OCU teme que el tarifazo provocará que "algunos madrileños abandonen el transporte público y se desplacen en su vehículo particular". "¿Qué aire se respirará en la capital dentro de unos meses?" es la "inquietante" pregunta que se hacen.

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