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“Los responsables de Emarsa exigían comisiones del 60%”

Sebastián García declara que cargos públicos dirigieron el saqueo de la sociedad pública El empresario afirma que el sistema corrupto ya funcionaba con el edil de Hacienda de Barberá

Ignacio Zafra
Sebastián García (derecha), junto a su abogado a la salida del juzgado.
Sebastián García (derecha), junto a su abogado a la salida del juzgado.TANIA CASTRO

La confesión de un proveedor imputado en el caso Emarsa ha revelado la forma sistemática y masiva en la que la sociedad pública de depuración del agua fue saqueada presuntamente por sus responsables directos: cargos del Ayuntamiento de Valencia, la Diputación de Valencia y la Generalitat a través de su empresa Epsar. Sebastián García Martínez, que trabajaba en Emarsa y al mismo tiempo era su proveedor de material informático, reparaciones y mantenimiento, ha afirmado que el exgerente de la planta Esteban Cuesta, que era al mismo tiempo alcalde pedáneo de Benimàmet nombrado por Rita Barberá, le exigía comisiones del 60% de lo que facturaba. En el periodo investigado, de 2004 a 2010, las empresas del proveedor ingresaron 8,8 millones de Emarsa.

El imputado ha afirmado también que la corrupción en la sociedad pública era habitual desde que él empezó a trabajar allí, en el año 1999, cuando Emarsa estaba presidida por Silvestre Senent, que era entonces y sigue siendo el concejal de Hacienda de Rita Barberá.

García Martínez, que ha reconocido haberse enriquecido ilícitamente a costa de la sociedad, ha declarado que parte de las comisiones las pagaba en metálico y parte a través de suministros y obras particulares en casas de los directivos de Emarsa. El proveedor también ha confirmado la versión de otro arrepentido, el exdirector financiero Enrique Arnal, en el sentido de que el pillaje a gran escala estuvo dirigido por cargos públicos: el exvicepresidente de la Diputación de Valencia y exalcalde de Manises con el PP, Enrique Crespo; los directivos de la empresa pública de la Generalitat Epsar (de la que dependen todas las depuradoras valencianas), José Juan Morenilla e Ignacio Bernácer, y el propio Cuesta.

El papel de Cuesta habría sido, sin embargo, en línea con lo que declaró Arnal, el de “marioneta” de Enrique Crespo: una persona sin formación ni experiencia que dependía completamente del exalcalde de Manises. Según García Martínez, Cuesta le enseñó “cajas de cartón repletas de billetes pequeños” que llevaba en el maletero del coche. “Me dijo que se le tocaba irse a la Epsar y luego a la alcaldía de Manises para entregar” su parte en el pillaje. Ese dinero provenía, según García Martínez, de la principal rapiña cometida de Emarsa: el tratamiento de lodos que se pagaba a un precio muy superior al de mercado para luego repartirse el excedente. La sociedad pagó por ese concepto cerca de 20 millones de euros en siete años.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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